Señor director:
Las causas de muchos de nuestros males tenemos que buscarlas en la actividad política.

Somos un pueblo con elevado fervor político. Es más, yo diría que tenemos una afición enfermiza.

El permanente proselitismo es lo que más se parece a una perdedora de tiempo, a un gasto de energías.

Si empleáramos el tiempo en cuestiones productivas, otro gallo cantaría.

Tenemos que mirarnos en los procesos desarrollistas de las naciones asiáticas, en la entrega del pueblo norteamericano por ser un país mejor.

Ser proactivo y dirigir energías a la producción.

Creo, honestamente, que tenemos que darle un respiro a la política.

Atentamente,
Emilio R. Santana G.

¡Cuidado! 
Al conducir de reversa

Señor director:
He notado que el conductor dominicano tiene una gran tendencia a manejar en reversa, aun en vías de gran movimiento de tránsito como la avenida John F. Kennedy.

Y, lo peor de todo, es que incurren en esa costumbre conduciendo vehículos con los vidrios laterales y traseros entintados, completamente oscuros.

Las normas de seguridad internacional en materia de tránsito establecen que uno de los accidentes más frecuentes se registran al conducir en marcha hacia atrás.

La visibilidad del conductor se reduce al movilizarse en dirección contraria. Es un peligro.

Si tuvieran conciencia de que pueden provocar un accidente, o causar daños a propiedades, no lo hicieran.

Atentamente,
Carmen L. Rodríguez