Señor director:
He tenido siempre la impresión de que los funcionarios descuidan los pequeños problemas, hasta que se convierten en un dolor de cabeza.

Talvez la vieja práctica sea herencia de nuestros antepasados.

Ocurre que las calles se deterioran con los aguaceros y los hoyos, por tanto, van creciendo.

En lugar de proceder a “bachear” esos agujeritos, los dejan hasta que son un problema para conductores y peatones.

Si se tomaran la molestia de dar un ‘paseíto’ por barrios y ensanches del Distrito Nacional, esos funcionarios podrán observar que muchas vías son un peligro.

¿Es que están ocupados en asuntos de mayor envergadura?

Atentamente,
Salustiano Sosa P. 

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Señala temas Cumbre debería tratar

Señor director:
Razones de sobra tienen quienes han señalado que muchos temas de trascendencia quedaron fuera de discusión en la Cumbre convocada por el Gobierno.

El país viene arrastrando innumerables problemas de carácter social y económico, a los que se les ha ido dando la espalda.

Tenemos todavía muchas familias damnificadas de las tormentas, comunidades rurales sin servicios ni estructuras adecuadas.

Las poblaciones rurales precisan de la atención oficial en materia de salud y educación; los niños padecen calamidades por falta de asistencia médica y la juventud se encuentra a merced de los vicios, por falta de empleos.

Atentamente,
Basilia M. Amparo