Señor director:
Estoy más que sorprendida por el comportamiento que exhiben muchos conductores en las vías públicas.

No se trata solo de intentar avasallar a los demás usuarios, sino de movilizarse como si fueran únicos en calles y avenidas de la capital.

Manejan con desprecio por sus vidas y las de todos; transitan a velocidades excesivas y tampoco advierten los peligros que encierra tal conducta.

A sabiendas de que muchas intersecciones son en extremo peligrosas, las cruzan “a la cieguita” y con total desparpajo.

He llegado a preguntarme si es que les regalan los vehículos, o si tienen otro de repuesto en las marquesinas de sus casas.

Quienes incurren en tal práctica, circulan casi siempre en costosísimos vehículos.

Atentamente,
Arcadia M. González R.

Recomienda
Anticiparnos a posibles crisis

Señor director:
Considero que nuestras autoridades andarían en la dirección correcta, si desde ya adoptan las previsiones de lugar, ante el debilitamiento de la economía estadounidense.

Los problemas que se han presentado en el sector financiero e inmobiliario norteamericano y las alzas en los precios del petróleo, repercutirán en las economías débiles.

No hay que ocultar la enorme dependencia de la economía criolla con la de Estados Unidos, por el intercambio comercial y las remesas.

Colocarnos el cinturón con suficiente tiempo nos ayudará un poco.

Los tiempos demandan previsiones, planificación y medidas heroicas, no remiendos.

La mejor manera de anticiparnos es corregir distorsiones en nuestra economía.

Atentamente,
Martín Melenciano C.