Señor director:
He observado en los elevados de esta Capital y en avenidas  letreros en que el Ayuntamiento del Distrito Nacional desarrolla una  campaña de educación contra el ruido en la ciudad, que debemos apoyar.

En este esfuerzo debía haber una coordinación con el departamento anti ruidos de la Policía Nacional.

Sin embargo, son pocas las ocasiones en que los agentes de ese departamento acuden al llamado de los ciudadanos cuando necesitamos sus servicios.

La mayoría de los ciudadanos somos  afectados por esta epidemia cuyos  principales transmisores son los que mal usan los avances de la electrónica.

Como dice la campaña del cabildo, el ruido es otra forma de ensuciar el ambiente.

Atentamente,
Arq. César Veras

Alerta
Manejo temerario

Señor director:
He observado con preocupación y, lo confieso,  con temor, cómo nuestros agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) toleran la ocupación por guaguas y caros del concho de carriles en vía contraria, en su afán de disputarse pasajeros.

Esta conducción temeraria es más frecuente en  avenidas como la Máximo Gómez y la Tiradentes.

Parecería que los agentes de AMET se confiesan impotentes, pues cuando le expuse el asunto a uno de ellos me respondi:  “Ay, señor, ¿y quién puede contra eso?

Parece que, para ponerle el cascabel al gato, habrá que esperar tragedias como la  ocurrida en una carretera de Higüey.

Atentamente,
Rodolfo Concepción