Señor director:
La decisión de las autoridades municipales capitaleñas de recuperar los espacios públicos, ha sido más que legítima.

El Distrito Nacional se ha ido convirtiendo, en materia de respeto a las áreas de recreación, en un desorden parecido al del tránsito de vehículos.

En cualquier esquina, rincón o parque público se instala un tarantín, una friturería, un kiosco para el expendio de jugos y sándwiches.

El Ayuntamiento del Distrito Nacional ha emprendido una labor de rescate que es digna de elogios. Lo del parque Enriquillo es el mejor ejemplo.

No es posible que niños y adolescentes no encuentren un espacio para la diversión sana.

Hay que apoyar los esfuerzos de los ayuntamientos por hacer más habitables los municipios.

Atentamente,
Doralisa L. Guzmán N.

Favorece
El país tenga un traje nacional

Señor director:
En nuestro país suceden cosas inexplicables muchas veces.

Durante años se ha estado hablando y escribiendo, por ejemplo, acerca de la creación de un traje típico, que sea la representación de la República Dominicana.

Se han hecho esfuerzos desde distintas instituciones, reconocidas figuras del arte y la literatura, sin llegarse a un acuerdo definitivo.

Otras naciones de Centro y Sur América tienen desde hace tiempo reconocidos sus trajes nacionales.

Aquí damos tumbos y tropiezos y no logramos entendernos.

Los folcloristas e investigadores sociales hacen sus aportes, pero tampoco se encuentra el consenso.

Es una lástima.

Atentamente,
Marcos J. Santiago R.