Señor director:
Se acerca la Primavera, la estación del año más placentera por ser la época en que vemos florecer muchos árboles y la temperatura desciende. Propicia sería la temporada para que nuestros políticos reflexionen acerca de la necesidad de dar un giro a las confrontaciones.

Parece innecesario que se mantengan los dimes y diretes, los golpes bajos, los epítetos fuertes entre candidatos, cuando en realidad lo que se busca es las vías del desarrollo.

Los altos dirigentes de los partidos deben imitar el comportamiento de los líderes de Estados Unidos, cuyas campañas se caracterizan por la decencia y el respeto.

La época es una brillante oportunidad para revisar las conductas.

Atentamente,

Josefina Rodríguez A.  

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PRESENTA
Unas ideas para el tránsito

Señor director:

Leí en días recientes que el gobierno había instalado nuevos semáforos inteligentes en la Capital, para agilizar el tránsito.

Se trata, según la información, de reducir el consumo de combustibles como consecuencia de los ‘entaponamientos’ que se producen en calles y avenidas.

En mi opinión, hasta que no haya un real ordenamiento del tráfico vehicular, con la aplicación de ordenanzas para todos los conductores, no se acabarán los tapones.

Los agentes de AMET deben dejar libre la circulación de los vehículos, sincronizar  y regular el funcionamiento de los semáforos, dependiendo del flujo de carros y vehículos pesados.

Y los agentes que se dediquen a servir de soporte al tránsito.

Deben ponerlo a prueba.

Atentamente,

Rodolfo Candelario M.

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Elogia
Planes de reforestación

Señor director:

La tala indiscriminada de los árboles fue durante un largo tiempo objeto de la mayor atención de los organismos públicos y las instituciones privadas.

En realidad, había en campos y montañas un desprecio casi absoluto por el medio ambiente. El “conuquismo” estaba acabando con los bosques.

Campañas educativas permanentes y el apoyo que han dado el Plan Sierra, la Fundación Progressio y los hermanos Moreno, para citar solo unos cuantos ejemplos, han dado un viraje de 360 grados a la situación que prevalecía.

Creo, honestamente, que se ha alcanzado un grado de madurez entre la población del campo sobre la necesidad de conservar esos recursos naturales.

La renovación de los bosques es ya una realidad.

El uso del carbón de leña para la cocción de los alimentos se ha reducido notablemente. Ya en cualquier humilde vivienda campesina se tiene una estufita para las necesidades de las familias.

Un recorrido por las zonas rurales de cualquier región dominicana nos permite observar extensas áreas en producción de alimentos.

Es una buena señal de que nos encaminamos hacia la autosuficiencia alimentaria, aunque todavía falta mucho por hacer.

 En días recientes escuché que tenemos una sobre-producción de arroz, a tal punto que se ha autorizado la exportación de una parte importante de la cosecha del cereal.

No puedo negar, sin embargo, que aún persiste miseria en el campo. Pero estamos avanzando.

Debemos congratularnos, porque estamos aprendiendo.

Atentamente,

Carlos Manuel Zorrilla N.