Señor director:
En unas declaraciones recogidas por el periódico Hoy en primera plana, el presidente de la Cámara de Diputados, licenciado Julio César Valentín, aseguró que las recomendaciones formuladas por la Suprema Corte de Justicia y la sociedad civil serían acogidas en la reforma constitucional.

No obstante, siguen siendo validas y legítimas las preocupaciones del doctor Jorge Subero Isa en cuanto a la intención de desmembrar el poder judicial, llegando inclusive a señalar que se trata de una especie de tsunami.

Da muy mala espina el hecho de que Subero Isa siquiera fuera consultado sobre los asuntos judiciales contemplados en esa reforma, lo que alimenta crecientes sospechas de que el actual poder de la Suprema y su propia independencia serían debilitados.

Sería un verdadero retroceso volver a las famosas sentencias a control remoto como ocurría en el pasado, cuando los jueces eran escogidos por el Senado de la República y existían poderosas oficinas de abogados que fabricaban dictámenes a su conveniencia.

Una justicia, como aparentemente se quiere, influenciada por el poder político de turno, sería una amenaza para el propio sistema democrático y la institucionalidad del país, que se prestaría a retaliaciones de todo tipo, unas veces de manera sutil y otras en forma directa.

Confiamos en la sensatez y buena fe del Congreso Nacional, representado en sus dos cámaras, y le tomamos la palabra al licenciado Valentín, esperamos también que ese sea el espíritu del presidente del Senado, Reynaldo Pared Pérez, quien al mismo tiempo es secretario general del PLD.

Son muchos los sectores nacionales que consideran que si en el plano judicial esa reforma se hace como originalmente ha sido planteada, entonces estaremos asistiendo al funeral de la independencia y autonomía de la justicia dominicana.

Atentamente,
Miguel Pineda López