Señor director:

Hemos leído con detenimiento el editorial de ese importante periódico, de fecha 20 de noviembre de este 2010, titulado “Con dimensión de epidemia”, refiriéndose al alto índice de accidentes de tránsito y su gran incidencia en la causa de muertes en el país, como consecuencia de la falta de responsabilidad de conductores de vehículos.

El editorialista atribuye la situación a una combinación de irresponsabilidad de los conductores y de las autoridades que deben velar por el orden del tránsito.

De manera expresa el editorial señala que “No ha habido responsabilidad en las autoridades que deben acabar con el caos en el tránsito”.

Tomando en cuenta que la Oficina Técnica de Transporte Terrestre no tiene autoridad coercitiva, sino de reglamentación de rutas y tarifas, la actual gestión en la OTTT del ingeniero Ángel Segura, sin embargo, se ha dedicado a llevar a cabo una jornada nacional de educación y capacitación en todo el sector de transporte público de pasajeros.

Las actuales autoridades de la OTTT imparten el curso taller “Gestión de Empresas del Transporte”, dirigido a empresarios y operadores del transporte de todo el país, a fin de que éstos se manejen con un concepto más humano y puedan enrumbar sus compañías por un camino de éxitos, pero también se les educa, de manera enfática, en procedimientos de conducir y de cómo atender al cliente, al usuario, que es la materia prima en este negocio.

La OTTT realiza una acción similar, de manera simultánea, con los motoconchistas de todo el país, a quienes se capacita y se orienta sobre el servicio que ofrecen, para hacer que el mismo sea más eficiente, y que su trabajo no sea motivo de desorden ni de tragedia en el transporte público.

El ingeniero Segura ha entendido que la falta de educación y de conciencia de conductores, son de las principales causas del desorden y el caos en el tránsito de vehículos, y por esa razón su gestión hace énfasis para que estos dos elementos formen parte de la conducta de choferes de guaguas públicas, de carros del concho y de motocicletas.

Compartimos, como señala el editorial, que se hace necesario el endurecimiento de las sanciones para ciertas formas temerarias de manejo, como violación de la luz roja del semáforo, conducción a exceso de velocidad y bajo los efectos de drogas o alcohol, pero también es necesario insistir en la educación y la creación de conciencia de los prestadores del servicio de transporte, tarea en la que actualmente está inmersa la OTTT.

Sin más nada y altamente agradecido de su atención, queda de usted

Atentamente,
Luis Brito, Encargado de Comunicaciones OTTT