Señor director:
Con frecuencia leo o escucho informaciones acerca de las precariedades en que se desenvuelven los cuerpos de bomberos del país.

No solo los de Santo Domingo carecen de elementales instrumentos de trabajo, sino que en los pueblos del interior la cosa es crítica.

Cuando ocurre alguna emergencia, los bomberos de los pueblos intervienen con lo poco que tienen a manos.

He visto que para abrir estructuras protegidas con hierro, las cuadrillas no disponen siquiera de mandarrias.

Es una lástima que esas cosas estén ocurriendo en un país en el que se invierten enormes sumas de dinero en pendejadas.

El gobierno y cualquier institución privada deben acudir en auxilio de esos cuerpos.

Atentamente,
Wilfredo C. Perdomo M.

Exhorta
A la población a protegerse

Señor director:
Aunque no disfrutamos de paz y tranquilidad absoluta, los dominicanos no podemos quejarnos.

Otras naciones hermanas viven momentos desesperantes. Bandas organizadas que asaltan y matan, pandillas juveniles involucradas en los más diversos delitos, y actos de terrorismo que cometen crímenes de todo tipo.

Es cierto que aquí han matado hasta para robar un celular.

Tenemos que aprender a cuidarnos, a saber que la globalización trae consigo mañas.

La gente no puede andar despreocupada, hablando por un celular, a sabiendas de que un malhechor acecha.

Ya no es posible caminar por las calles con grandes cantidades de dinero efectivo ni prendas valiosas.

Atentamente,
Julia medrano F.