Señor director:
He leído con sorpresa en la sección El Buzón la opinión de un lector acerca de una supuesta mejoría en el suministro energético.

Digo sorprendida, porque en mi barrio, y en el que viven muchos de mis familiares, los apagones se extienden hasta por ocho horas diarias.

Desde luego, si comparamos la situación de ahora con la de cinco años atrás, aceptaríamos que ha cambiado.

Pero las suspensiones en el servicio energético continúan siendo un problema nacional.

Son privilegiados los sectores que disfrutan del Plan 24 Horas, pero no se puede generalizar.

Una parte del barrio Villa Juana mantiene ese privilegio.

De Villas Agrícolas, Villa Consuelo y otras barriadas no se puede decir lo mismo.

Atentamente,
Carlixta Casimiro M.

CONSIDERA
Se abandonan  detalles afectos

Señor director:
Con el transcurrir del tiempo, en la sociedad dominicana se han ido perdiendo usos y costumbres que antes eran apreciados valores.

Y no voy a referirme a tradiciones que formaron parte del folklore, del patriotismo o de la adhesión a símbolos sagrados.

Es que hasta elementales conductas personales, que realzaban las personalidades de hombres o mujeres, han ido desapareciendo.

He observado que un detalle tan personal como enviar flores a los seres amados, va quedando en el pasado.

Esa muestra de amor al prójimo, como era llevar un ramo de rosas o claveles, como que se esfuma poco a poco.

No sé si atribuirlo a la transculturización o a las limitaciones económicas.

Atentamente,
Priscila González