Señor director:
De manera silenciosa, negocios improvisados de todo tipo han vuelto a llenar las aceras del Distrito Nacional en particular, y del Gran Santo Domingo en general.

Los tarantines ocupan las áreas que debe utilizar el peatón, el cual se ve obligado a exponerse a ser atropellado por un vehículo.

No estoy en contra de que los llamados padres de familia se ganen el sustento vendiendo alimentos o cualquier otra cosa, pero las autoridades municipales están en el deber de regular esos negocios.

Además de la regulación, está el aspecto de la limpieza y el ornato de los espacios urbanos.

Y la Secretaría de Salud Pública velar porque la higiene sea la norma en el expendio de los alimentos.

Atentamente,
Hipólita Candelario P.

Opina sobre
“Intercambios de disparos”

Señor director:
El tema de los “intercambios de disparos” será objeto de debates por mucho tiempo.

La Policía los justificará, mucha gente los reprochará por cuanto constituye una violación a los derechos humanos, y algunas organizaciones saldrán a condenarlos.

Es un asunto bastante delicado, pero debemos pensar que el país vive momentos difíciles, con un incremento notable de la delincuencia.

Circula una gran cantidad de gente armada, muchas de las cuales portan pistolas o revólveres sin el permiso oficial, y casi siempre sin tener la menor responsabilidad de su uso.

Lo conveniente sería que la Secretaría de Interior y Policía estudiara a fondo el problema, para evitar tantos crímenes.

Atentamente,
Godofredo F. Santana