Señor director:
Financieros o no, los apagones han vuelto a trastornar el desarrollo cotidiano no solo de la Capital y sus barrios, sino del país.

No hay día del mundo que no se denuncie desde cualquier punto que las interrupciones son de 12, 14 y hasta 18 horas.

Establecimientos comerciales y hogares viven momentos de incertidumbre e impotencia ante los cortes eléctricos.

Para colmo, alguien ha dicho que los apagones no cesarán antes de 2010, porque el consumo aumenta y la producción energética se estanca.

Sin electricidad estable el crecimiento de República Dominicana parece incierto.

Las plantas de emergencia cuanto logran es acrecentar el consumo de derivados de un petróleo cada vez más caro.

Atentamente,
Onésimo L. Mendoza M. 

Estima
Se abusa con productos agro

Señor director:
Me ha producido enorme satisfacción conocer, a través de las páginas de su diario, que aumentó la producción de algunos renglones agrícolas.

Lo que me provoca desazón, sin embargo, es que los mercaderes continúen vendiendo esos alimentos a sobreprecio, bajo el argumento de que disminuye la cantidad que entra.

Es un contrasentido que mientras productos como plátanos y vegetales abundan en los mercados, se oferten con aumentos en sus precios.

Aquí lo que hay es un caso de especulación. A veces pienso que vivimos en una nación desprovista de autoridad.

Los vendedores de los mercados al parecer se escudan en la escasez que se produjo meses atrás, y no reparan en que ese problema fue superado.

Atentamente,
Guillermina Rosario J.