Señor director:
En el país se han perdido tantas cualidades, que hasta el respeto por la vida de los demás ha caído en degradación.

No sé si usted habrá observado que las señales de tránsito en el pasado se elaboraban de material lumínico. Es obligatorio, como mandan las regulaciones internacionales.

Ahora se colocan unas simples tolas con algo así como una serigrafía adherida, sin respeto de las normas de seguridad.

Aunque aquí pocos obedecen las reglas, pienso que muchos accidentes ocurren por el desprecio que se tiene de los usuarios de las vías públicas, sean éstos peatones o conductores.

Me temo que en estas tierras jamás llegaremos a niveles de desarrollo, especialmente por el irrespeto y la falta de educación existentes.

Atentamente,
Serapio P. González N.

Preocupa
Altos niveles de criminalidad

Señor director:
Desconcierto y preocupación tienen que apoderarse de la población, ante los alevosos crímenes que ocurren.

Lo penoso del caso es que las tragedias se registran a plena luz del día, como al atardecer y la noche; en zonas poco pobladas como en otras residenciales de gran movimiento.

Creo que las autoridades policiales hacen un buen trabajo, pero el país requiere de avanzada tecnología, sofisticados equipos de comunicación y transporte, para encarar a los maleantes que tienen en zozobra a nuestra gente.

No hay respeto por la vida de agentes policiales o militares, de civiles o de gente común.

Estamos a merced de una partida de desalmados que han tomado las calles.

¿Hasta cuándo?

Atentamente,
Margarita H. Alcántara