Julio César Castaños Guzmán y Roberto Rosario Márquez, presidentes de la Junta Central Electoral y de la Cámara Administrativa, respectivamente, han expuesto con diafanidad el peligro de que programas estratégicos de esa institución sean afectados por los recortes económicos consignados en el Presupuesto del 2009.

Se trata de una advertencia responsable, hecha sin estridencia ni ánimo de polemizar con las altas esferas del poder, pero al mismo tiempo reconociendo las circunstancias difíciles que vive el país y el mundo.

Solo la renovación de la Cédula de Identidad y Electoral consumiría el 50 por ciento de los fondos de la Junta, según las afirmaciones del doctor Roberto Rosario. El Congreso Nacional deberá tomar en consideración los señalamientos irrefutables de la Junta Central Electoral cuando se aboque a discutir el Presupuesto de Ingresos y la Ley de Gastos Públicos, a fin de mejorar en lo que sea posible las partidas presupuestarias al alto tribunal comicial.

La credibilidad y el éxito alcanzado por la Junta Central Electoral, cuyas funciones no se limitan a organizar elecciones, obligan y comprometen al Estado Dominicano a realizar cualquier sacrificio en aras de que cumpla cabalmente su patriótico cometido.

Atentamente,

MIGUEL PINEDA LÓPEZ