Seguramente has escuchado la historia bíblica de Sansón, una persona a la que Dios había concedido una fuerza extraordinaria, cuyo secreto se encontraba en su melena, por lo que no debía cortarla si quería conservar esta característica. Probablemente tu fuerza física no es similar a la de Sansón, pero tu cabello sí te ofrece “otra fuerza” que en más de una ocasión has notado. Si está limpio y bien cuidado tiene el poder de voltear cabezas, sin distingo de género, para admirarlo y además muchos amores han sido conquistados por una larga cabellera. Aunque no lo creas tu cabello, puede ser el termómetro para medir la calidad de tu salud en muchos aspectos, presta atención.

El cabello y el sexo

La relación del cabello y los riñones es muy grande, por ello la medicina oriental lo asocia con el sexo. Un cabello sano es igual a órganos sexuales fuertes y sanos.

Mujeres con más cantidad de cabello lustroso y con brillo equivale a una mujer fértil, con gran capacidad reproductora. En el hombre la relación con los riñones e hígado es la misma por lo que un hombre con pelo sano es igual a un hombre con órganos sexuales sanos.

La alimentación

Si buscas mejorar la salud de tu cabello, lo mejor es seguir una dieta rica en minerales. Frutas, verduras, legumbres, cereales o fibras y algas serán los mejores ingredientes si queremos conseguir mayor densidad, acabar con las puntas abiertas y fortalecer nuestro cabello.

Intenta no ingerir grasas

Evita no comer habitualmente grasas, chocolates, alimentos fritos y helados.

Procura cumplir las cinco raciones de fruta y verdura y verás como en poco tiempo el aspecto de tu cabello mejora. Las emociones Las emociones influyen en nuestra salud. El cabello no es una excepción por lo tanto debemos llevar una vida sana, sin estrés y hacer algo de deporte si no queremos ver mermar nuestro cabello. Una mala etapa puede ser la causante de que nuestro cabello se caiga, cambio de color y pierda fuerza y consistencia. ¿Nuestros peores enemigos? El miedo, la rabia y la tristeza. Test de calidad. Antes de nada, debemos saber si el cabello está sano, aquí te proponemos dos sencillos tests: 1.- Raíces y Puntas. Arráncate un pelo de la parte superior de la cabeza y dóblalo de manera que la punta y la raíz queden en paralelo. A continuación compara su grosor, color y textura. Grosor. Si el diámetro del pelo es más pequeño en las puntas, el pelo está en proceso de degradación y tenderá a estar seco, débil y sin volumen. Color. Si la punta ha perdido color en comparación con la raíz, indica pérdida de hidratación o melanina.

Test de calidad

Nuestro cabello está formado por queratina (entre un 65 y un 95%), agua (entre un 10 y un 30%), lípidos (sobre un 10%) y oligoelementos.

La queratina es la proteína más fuerte de todo el organismo humano.