La adolescencia es una de las etapas más complicadas de la vida de un ser humano, es el momento en que aún no somos adultos pero tampoco niños. Es cuando comenzamos a definir factores de nuestra personalidad que perdurarán posiblemente para toda nuestra vida.
Para una mujer, específicamente, es el punto en el que pasamos de lucir como niñas a lucir un poco más adultas, en este momento nuestro cabello juega un rol muy importante: ya no queremos usar moños, colitas o clinejas, buscamos llevar nuestro cabello suelto o por lo menos en una cola y tratamos de dar la impresión de que somos las dueñas de nuestra imagen y estilo.
En República Dominicana como en muchos lugares del mundo, al entrar en la adolescencia el paso lógico es alaciar el cabello, pues como no hemos aprendido a temprana edad a cuidarlo, se asume que en un salón de belleza se nos facilitará este trabajo, sin pensar que hoy por hoy hay un montón de posibilidades a la hora de peinarse que no necesariamente incluyen el químico del alisado dentro de la lista.
Es muy importante en estos casos lo que se les transmite a las jóvenes desde pequeñas, aprender a querer su belleza natural desde temprana edad les dará la seguridad que necesitan para entender que llevar el cabello rizado no es sólo cosa de niñas y que aquellas trenzas y clinejas pueden convertirse en peinados modernos y atractivos sin la necesidad de recurrir a procesos tan invasivos y a químicos dañinos que no aportan beneficios a nuestro cuerpo.
De esta manera también contribuimos a que nuestras futuras mujeres sean más seguras de sí mismas y que no se sientan presionadas por los estereotipos de belleza que nos impone la sociedad.
¡Hasta la próxima!