El café, una luz al final del túnel

El café, una luz al final del túnel

Manuel Amezquita

Recientemente, aunque no fue destacado en la magnitud de su importancia, el anuncio una nueva variedad de café resistente a la Roya, de alta productividad y excelente calidad, que surgió como resultado de un arduo trabajo de selección genética e investigación llevado a cabo por un grupo de técnicos criollos del Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF). Esta variedad del aromático grano renace la esperanza de recuperar nuestra producción cafetalera.

Estos técnicos, merecedores al más alto nivel del reconocimiento, tanto de las autoridades como de los productores y de todo el país, son los ingenieros José Miguel Romero, Benjamín Toral, Frank Olivares, Filomeno Jiménez, Kioris Alcántara, Francisco Ceballos, Ignacio Batista, Héctor Jiménez y Amadeo Escarramán, quienes han puesto sus talentos y conocimientos a investigar por años, junto a INDOCAFE y las instituciones ligadas al sector, hasta conseguir una variedad resistente a la Roya y con esto recuperar nuestra caficultura, que representa múltiples beneficios económicos, además de ser eco amigable y brindar a los caficultores una mejor calidad de vida.

Si disponemos de plantas, los conocimientos y las prácticas agronómicas adecuadas, sin dudas podemos afirmar que alcanzaremos en el menor tiempo posible, la mayor propagación de esta nueva variedad.

La Roya diezmó y casi exterminó nuestros cafetales obligándonos a importar para nuestro consumo 600,000 quintales después de haber exportado 900,000 sacos de 60 kilos y ver reducidas nuestras plantaciones, quedando solo el 30% de las mismas y los productores de 70,000 casi la mitad ha abandonando el cultivo.

Este importante descubrimiento debe ser aprovechado para el relanzamiento de este cultivo, dándole una nueva orientación y sólo sembrarlo donde la altura y el clima garanticen su desarrollo y productividad, al tiempo de destinar las áreas marginales a otros cultivos económicamente rentables para los productores.

Si se hacen las inversiones necesarias, es posible que con este nuevo hallazgo pasemos del sueño a la realidad impactando de manera positiva las familias cafetaleras y la economía del país. Seria la luz al final del túnel para la caficultura nacional.

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