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Siempre se recomienda consumir alimentos que lo contengan y se señala su importancia para el fortalecimiento de los huesos. Pero ¿sabe cuán importante es el calcio para sus dientes? El 99% del calcio que existe en nuestro cuerpo se encuentra en los huesos y dientes. El 1% restante está en la sangre, en el tejido extracelular y adiposo. Pero sus beneficios a los dientes van más allá.
La odontóloga Nilda Martínez Bello explica que lo primero a considerar para tener unos dientes y encías sanos es que los huesos que los soportan -mandibular y maxilar- también estén sanos. Cuando están totalmente enriquecidos con calcio, los huesos maxilar y mandibular se conservan fuertes y estables, lo que no sólo nos permite tener dientes saludables, sino también evitar la enfermedad periodontal.
Martínez Bello indica que la principal función del calcio en los dientes tiene que ver con la nutrición. Al formar parte esencial de los dientes, el calcio está en la base de una adecuada masticación, lo cual es muy importante para la correcta digestión de los nutrientes, porque provee rigidez a los dientes y encías.
La deficiencia de calcio en los dientes se conoce en odontología como descalcificación dental, aunque Martínez afirma que el término correcto sería desmineralización, porque al perderse calcio también se pierden otros minerales como el fósforo. La descalcificación dental suele manifestarse en los primeros años de la dentición. La hipercalcemia, según la doctora Martínez, ocurre entre el 10 y 20 por ciento de las personas con cáncer.
¿Cuál es el problema?
La deficiencia de vitamina D y, por consiguiente, del calcio, puede dar lugar a diferentes enfermedades tales como erupción tardía de los dientes, aumento de la sensibilidad, caries, fragilidad dental y enfermedad periodontal generalizada.
Ante esto, evite automedicarse, consulte al médico para que le indique calcio que necesite.
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La alimentación
La cantidad de calcio en nuestro cuerpo depende directamente de la cantidad que ingerimos. Es importante incluir los alimentos que aportan este mineral a nuestra dieta, como los productos lácteos (leche, yogurt, helado, queso…), pan blanco, galletas, verduras de hojas verdes y frutas.
