Hay momentos en que sientes que debes pensar en ti… Eso me pasó hace dos días en un inesperado viaje de cerca de dos horas… Es difícil aislarnos del teatro que nos acompaña para enfrentar los ambientes en que nos movemos cada día… Un teatro, que nace desde que nos miramos al espejo y hacemos contacto con nuestros alter egos, tal y como Píndaro y yo conversamos y hacemos equipo… -expresa Herminio, mientras hace un ejercicio de introspección-… El efecto motivación es la bujía responsable de que nuestro comportamiento pueda lograr provocar emociones responsables de que nuestra mente motorice historias que, a la postre, son las etapas que nos impulsan a creer en nosotros mismos”.

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“Vivimos y luchamos por lograr cambios… Y… ¿Realmente esas vivencias y luchas son en nosotros mismos? –expresa Píndaro-… La oportunidad fundamental está en lo interno nuestro, y muy pocas veces procuramos que se generen deseos y querencias que tengan la fuerza suficiente para dar paso al potencial que nos empuja adelante en la vida… Lo cierto es que, como en muchos casos no sabemos lo que deseamos, aupamos cambios en otros y por otros, minimizando aquello no hemos sido capaces de lograr”… Y, Herminio, que mueve su cabeza para mirar fijamente a Píndaro, expresa: “Hasta ahora, te resistes a conversar con tu alter ego para que te ayude a reencontrar aquellos comportamientos que te han venido bloqueando y que tengas que ponerte a la sombra de otros que, inevitablemente, siempre te tendrán como parte de su masa… Deja ya de distraerte en cosas inverosímiles e intrascendentes… Date el permiso de sustituir lo que te retiene y no te permite creer en ti”.

Píndaro, que es el alter ego perfecto para ese tema, mira fijamente a Herminio y le sentencia: “Es tiempo de que dejes brotar tus emociones y te permitas captar informaciones a granel sobre lo que realmente quieres para ti… Así vas a impulsar tu centro y, controlarás tus problemas…La razón detrás de esto es que, tan pronto puedes disfrutar de nuevas emociones para situaciones conocidas, esas mismas emociones serán las que te van a impulsar a no cometer errores anteriores, minimizando así tus frustraciones… Y, con seguridad, te protegerán” –sentencia Píndaro-… “Quizás, no te das cuenta de que tu cuerpo está exactamente donde te ha llevado tu vida –reflexiona Herminio-… y, con ello, todo lo que has aprendido… Puede que te sientas mal porque, sin percibirlo, otros te han hecho sentir mal al influenciarte con sus expresiones, olvidando tú que tienes tus propias convicciones… Lo que pensamos puede convertirnos en personas exitosas pero, al mismo tiempo, puede llevarnos a limitarnos por lo que hemos visto para luego, sin pensar, actuamos… Enfócate en tus pensamientos, organízalos, y crea un punto de referencia del que puedas extraerlos cuando los necesites”…. Y, Píndaro, que tiene plena convicción de que el hábito hace al monje, expresa en voz alta: ¡”Confía en ti… Deja que todo fluya, utilizando lo más conveniente de lo que has aprendido!”.