“El Caminante de Nazaret”: Eterno y conmovedor en el TN

“El Caminante de Nazaret”: Eterno y conmovedor en el TN

En la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional, fue presentada la ópera en versión concierto “El Caminante de Nazaret”, del compositor dominicano Rafael Danilo Grullón.

El estreno de esta obra marca un hito en la historia musical de República Dominicana, no solo por su primacía, sino también por la calidad y belleza de la música y el tema sensible que nos conmueve a todos.

La versión en concierto de esta obra sacra, creada para ser escenificada, nos lleva a la esencia de la ópera, que es la música y la dramaturgia, con orquesta, coro y los solistas que enfrentan un reto, tratar de proyectar no solo la voz, sino también el personaje.

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Con la bella Obertura, “El Caminante de Nazaret” inicia el sendero, los pasos que lo conducen desde su entrada triunfal en Jerusalén hasta el calvario y luego su ascensión. La orquesta lució cohesionada, con unidad de sentido; la gran masa coral “Arpa Evangélica”, un legado más del compositor Danilo Grullón, su creador en 1968, simboliza al pueblo, a las autoridades y sus diferentes reacciones, ante la figura del Nazareno, un vínculo esencial con el drama.

Como en toda ópera, los cantantes son elementos primordiales; el personaje central, Jesús de Nazaret, es interpretado por el tenor José Heredia, de hermosa voz, agudos de gran alcance y buena impostación, logra transmitir la esencia del eterno Mesías.

La soprano Paola González, con voz brillante y gestualidad elocuente, encarna a María Magdalena. Mario Martínez, barítono, es Pedro, adiciona a su potente voz una gran dosis de histrionismo. Como Poncio Pilato, el barítono Joseph Hopkins cautiva con su hermosa voz.

“Ver para creer”, la duda de Tomás, el discípulo, es interpretado por Emmanuel Vargas, despejando cualquier duda, su bella voz convence a todos. La contralto Claudia Sierra es María, la madre.

En cada personaje, destaca un cantante. Modesto Acosta y Carlos Alfredo Fatule, tenores, como Dimas y Cleofás, respectivamente; Alejandro Alfonso -barítono- destaca en la escena de “Emaus”; Ruth Fermín -mezzo- madre de Jacobo; la contralto Verónica Rodríguez -Salomé-; Dorka Quezada -Claudia Prócula- según la tradición esposa de Poncio Pilato. Judas Iscariote -el traidor- es interpretado por José Rafael Medina, cuya tesitura de bajo logra impactar. El tenor Pedro Silverio -Angel- y la contralto Luz Agramonte -Sierva de Caifás-.

A través de la música conocemos el alma del compositor, su sensibilidad y creencias que lo llevan a inspirarse en la Pasión del Nazareno. En cada escena, la música adquiere un matiz diferente, metafórico, con pinceladas de ritmos folklóricos, huella sonora de identidad, que logra además una conexión emocional con el público.

La Orquesta, un universo en sí misma, mantiene el espíritu original de la obra, logrado por la acertada dirección del maestro Edwin Disla y la eficiente orquestación del músico Pedro López.

El coro, bien coordinado, es un excelente trabajo en conjunto de los directores Alba Pérez y Luis A. de la Cruz. Los solistas colocados en proscenio, como en todo concierto, mantienen, sin embargo, una movilidad e interacción permanente, en que se decantan sus potencialidades histriónicas, un atractivo más, por así decirlo, de la puesta en escena.

Otro elemento que adiciona a esta ópera en concierto, es la utilización de pantalla, donde se reflejan cuadros de grandes pintores, inspirados en la Pasión de Cristo, y como alegoría a los diferentes momentos, entre ellos “La Negación de Pedro”, de Caravaggio, el fresco “La Última Cena” de Leonardo Da Vinci, y el “Cristo Crucificado” de Diego Velázquez.

El Epílogo es una verdadera apoteosis musical y vocal. Jesús asciende a los cielos, es el retorno del hijo de Dios. El momento logra impactar, y el público, emocionado, retribuye con prolongados aplausos.

Sentí tristeza al pensar que el compositor no pudiera ver su obra presentada en su país; esperamos que a partir de hoy se abra el sendero para que el “Caminante de Nazaret” prosiga su eterna andadura, se convierta en tradición de este tiempo pascual y pueda llegar a diferentes públicos de todo el país. Felicitaciones a todos los que hicieron posible esta magnífica presentación.