El camino a la estabilidad macroeconómica

El camino a la estabilidad macroeconómica

RAMON NUÑEZ RAMIREZ
La modificación favorable de las expectativas, gracias al choque de confianza inducida por el nuevo gobierno, además de manifestarse en el descenso de la tasa de cambio y los intereses de los certificados de participación del Banco Central, también ha permitido una mejoría en los agregados monetarios que puede conducir a mediano plazo al restablecimiento del equilibrio macroeconómico siempre y cuando entre en acción la política.

En el artículo de la semana pasada («Sostenibilidad del choque de expectativas») decíamos lo siguiente: «Gracias al choque de expectativas la tasa de cambio disminuyó 12% al pasar de 43.08 en la semana previa al 16 de agosto a 37.89 al inicio de esta semana. La tasa de interés de los certificados cupón cero del Banco Central cayó desde un promedio de 60% a 35% en la subasta del miércoles 8 de septiembre, la tasa activa ponderada de los bancos múltiples se redujo en 2.44 puntos porcentuales en el mismo período y el índice de precios al consumidor se redujo a 0.54% en agosto, el nivel mas bajo desde abril del 2003».

«Obviamente que la sola apreciación del tipo de cambio ha repercutido en una reducción en los precios de algunos bienes de la canasta familiar del orden del 15%, de los combustibles en 11%, a pesar de los elevados precios del petróleo, y de bienes fundamentales en la industria de la construcción como 6% las varillas y 12% el precio de la funda de cemento».

El choque de expectativas también ha contribuido a mejorar el comportamiento de los agregados monetarios y así mientras a diciembre del 2003 la emisión monetaria fue de RD$77,482 millones, al 13 de agosto RD$79,514, sin embargo al 13 de septiembre la base monetaria se había reducido a RD$73,546 millones, un descenso en términos nominales de 7.5%. Los billetes emitidos (la parte expansiva de la emisión monetaria) se redujeron de RD$39,523 millones el 13 de agosto a RD$35,707 millones en septiembre 13, una contracción de 9.65% en apenas un mes.

La explicación aparente de esta reducción en la emisión monetaria en el primer mes de gobierno (contracción que en términos reales supera el 35% y que constituye otra ancla para la tasa de cambio) es posible encontrarla con el aumento de los valores en circulación (certificados) de RD$89,438 millones a RD$98,833. Incremento que se produce en momentos en los cuales la tasa de interés de estos certificados se ha reducido en 40%, lo cual refleja un aumento del nivel de confianza de los inversionistas en estos instrumentos financiero y por supuesto aunque el stock de estos se ha incrementado en 10.5%, el déficit cuasi-fiscal no aumentará de mantenerse la tendencia a la baja de los intereses.

El comportamiento de una serie de variables monetarias, exclusivamente por efecto del choque de expectativas, contribuye a encaminar la economía hacia la estabilidad, pero en las actuales circunstancias la política monetaria simplemente puede actuar como un facilitador y solo la política fiscal podrá eliminar el déficit del sector público consolidado, única vía para eliminar los desequilibrios y retornar la nación a la senda del crecimiento.

Lo idea es que una fuerte reforma fiscal hubiese aportado los recursos para generar un superávit presupuestario, pero en ausencia de ese ajuste, por lo demás inconveniente política y socialmente, entonces será necesaria una combinación de reforma fiscal, eficientización de las recaudaciones y un importante recorte en el gasto, el cual puede perfectamente localizarse en la eliminación de los subsidios generalizados a la electricidad y el gas propano para focalizarlos a los grupos verdaderamente vulnerables.

Si en adición el gobierno central entrega la totalidad del recargo cambiario (10%) al Banco Central entonces la autoridades monetaria, combinando estos recursos con otros instrumentos, podría perfectamente iniciar un desmonte en los certificados y así reducir de forma sostenida el déficit cuasi-fiscal. Es bueno recordar que el recargo cambiario en gran parte de la anterior administración peledeísta era de 1.75%, luego fue aumentado a 5% para reducir el impacto fiscal del alza petrolera sin aumentar los precios de los combustibles, y en el 2003, como parte de un paquete impositivo transitorio, el gobierno del Agrónomo Hipólito Mejía elevó el recargo a 10%, sin embargo, en este año entregaron al BC mucho menos del 1.75% que originalmente se realizaba para aportar una parte de los pesos para el pago de la deuda externa del propio banco.

La política fiscal cerrando la brecha deficitaria, mejor aún si genera superávit, y, el gobierno transfiriendo la totalidad del recargo cambiario al Banco Central, permitiría a la economía dominicana retornar en pocos meses al equilibrio y cimentar un escenario en donde el sector externo, especialmente turismo y zonas francas, así como las nuevas inversiones podrían perfectamente asumir el papel de locomotoras para volver a los tiempos de altas tasas de crecimiento, lo tiempos del progreso que sucumbieron en el pasado cuatrienio.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas