El camino complicado de las primarias

El camino complicado de las primarias

Es primordial que la Junta Central Electoral salga fortalecida de las elecciones primarias del 6 de octubre de este año, sin embargo se están dando una serie de temas que podrían conducir a un proceso traumático del cual el organismo podría salir mermado en su credibilidad y confianza, claves para organizar las elecciones municipales de febrero y las presidenciales y congresuales de mayo.
Primero tenemos una ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos (Ley 33-18), que tras dos décadas nació llena de defectos por los conflictos a lo interno del PLD y esa ley ha sido recurrida por lo menos con cinco acciones de inconstitucionalidad que el propio Tribunal Constitucional ha declarado de emergencia. Es decir que a meses de iniciarse los plazos fatales es posible que esa ley sufra modificaciones de forma y fondo por los recursos incoados.
Segundo, una Ley del Régimen Electoral que debió ser promulgada tan pronto se modificó la Constitución en 2010, pero debieron transcurrir nueve años y resulta que esa ley tiene una serie de párrafos que chocan con la Ley de Partidos, como el de la cuota femenina, tiene visos de inconstitucionalidad cuando preserva el arrastre de los diputados y senadores, cuando la Constitución establece que el voto es directo.
Tercero, la JCE se metió en “camisa de once varas” cuando a pesar del articulo 47 de la Ley de Partidos decidió que ella misma, sin contar con el presupuesto, asumiría el 85% del costo de las elecciones primarias de cinco partidos. El asunto es tan complicado que la propia JCE y los partidos están buscando un “bajadero” tratando de disminuir el presupuesto.
El otro punto surgió porque la JCE y los partidos han aprobado el llamado voto automatizado sin explicarlo al país y entonces la presidenta de Transparencia Internacional, Delia Ferreira Rubio, en la entrevista de los medios de comunicación del Grupo Corripio, alertó de los riesgos del voto electrónico, la posibilidad de ser hackeado y de que se viole el secreto del voto, aparte de que solo se aplica en cuatro países e incluso ha sido declarado inconstucional en algunos; como resultado de esas declaraciones el pleno de la JCE salió al ruedo para explicar a un grupo de periodistas que el voto automatizado en nada se parece al voto electrónico, que es además una genialidad de factura criolla y será implementado a partir de las primarias, es decir el laboratorio de ese voto automatizado serán las primarias.
Si todo lo anterior no fuera suficiente la JCE se ha embarcado en un proyecto denominado “Soy Persona”, junto a la UASD y la Dirección General de Programas Especiales de la Presidencia (DIGEPEP), con el objetivo de dotar de la Cédula de Identidad y Electoral a supuestamente 600 mil dominicanos carentes del documento. Huele mal en un año pre-electoral ese programa que bien podría servir para “dominicanizar” a miles de haitianos ilegales. En un país donde se ha denunciado la vulnerabilidad de la cédula y el pasaporte, ahí tenemos el ejemplo del capo que obtuvo fraudulentamente la cédula, el permiso de conducir y el de portar armas. ¿No tiene la JCE demasiadas responsabilidades y retos para embarcarse en esta tarea que despierta tantas suspicacias?
La JCE tiene un gran reto con el montaje y organización de las primarias el 6 de octubre con una serie de plazos fatales y también con la camisa de fuerza de transcurridos cinco días hábiles desde el día de las votaciones, es decir el 11 de octubre, ofrecer los resultados finales de las primarias de cinco partidos, entiéndase los resultados de los más de 4 mil puestos electivos, cuyos proclamados serán a su vez los candidatos de las municipales de febrero y las congresuales y presidenciales de mayo.
Los partidos políticos y toda la sociedad debemos proteger a la Junta Central Electoral, pero los mismos miembros deben velar para que en el camino no se vea mermada su credibilidad y niveles de confianza.

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