El camino del triunfo del PRD

El camino del triunfo del PRD

El Triunfo del PRD en las próximas elecciones del 2010 y el 2012, depende en gran medida de factores   propios de ese partido; entre otros, hacer el menor ruido posible en sus procesos internos, producir un relanzamiento de su doctrina, organización,  disciplina y programas de acción a través de un Congreso;  así como garantizar la unidad interna y atraer nuevos contingentes en su favor,  por las vías de nueva militancia y alianzas estratégicas.

La presidencia del Partido del compañero Miguel Vargas Maldonado ya es un hecho consumado, fruto al mismo tiempo del apoyo que obtuvo dentro de amplios sectores del Partido; de la virtual unanimidad que votó por él en la Comisión Política del pasado 7 de junio, y porque se quedó sin contrincantes, por la renuncia o declinación de éstos. Cualquier intento de cambiar esa decisión  sería una torpeza inexcusable.

Ahora lo que corresponde es que ese proceso convencional se complete rápido, seguro y con buen modo; y  culmine con una o dos sesiones de Asambleas de Delegados que resuelvan simultáneamente la elección de las autoridades del Partido, las candidaturas a cargos congresionales y municipales y los cambios estatutarios que se aspiren realizar. De ese mismo proceso convencional saldría la elección de los Delegados a un Congreso de relanzamiento del Partido, el cual podría estar constituido por los miembros  del Comité Ejecutivo Nacional y  los presidentes de los demás organismos.

Pero el éxito total de ese proceso depende de que se tome muy en cuenta a los otros liderazgos de la Organización, Frentes de Masas incluidos, a través de planchas para cargos en el Partido y candidaturas a cargos congresuales y municipales.

En lo organizativo, no hay que confundir el control que debe ejercer el Partido en cada recinto electoral a través de su Secretaría Electoral, con su presencia en cada vecindario o zona geográfica, aunque sus estructuras partan de los mismos Comités de Colegios Electorales, con sus respectivos Comités de Base Electorales. No hay que olvidar que los Recintos oscilan entre los que tienen solo un Colegio y más de cuarenta, los que las Juntas Electorales municipales remueven con cierta frecuencia;  que en no pocas ocasiones están lejos de las viviendas de sus integrantes, debido a la falta de edificios cercanos para alojarlos.  En torno a las Zonas y a los Comités de Base Electorales se establecen relaciones primarias o emocionales que desarrollan los sentimientos de pertenencia del Partido.

El Partido tiene además que reducir drásticamente el tamaño de sus organismos decisorios fundamentales, para acabar con el asambleismo en que han caído sus Convenciones, el CEN y su Comisión Política. Una solución puede ser reformular el Presidium con más atribuciones propias y  que  lo compongan solo el Presidente, El Secretario General,  los Secretarios y Directores Nacionales,  los Presidentes Provinciales y poco más; así como crear  una poderosa Comisión de Estrategia de quince a veinte miembros permanentes y algunos invitados coyunturales. Otro aspecto estratégico  que no debe dejarse de lado es la elaboración de un plan de gobierno y la designación de grupos de tres a cinco compañeros y expertos calificados, para que definan y  den seguimiento a cada tema fundamental de la agenda nacional.

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