Nuestro periodista Evaristo Rubens, especialista en temas agropecuarios con 40 y pico de años cubriendo el sector agropecuario, llama la atención sobre la situación en que se encuentra el campo dominicano en estos momentos por la falta de mano de obra. Y observa, de inmediato, que el plan de mecanizar las labores del agro y la pecuaria anunciado por el presidente Luis Abinader se llevaría varios años. Estima que de cuatro a cinco años, empezando de inmediato, añadimos nosotros. En el país hay varias experiencias de mecanización agrícola, particularmente la del Central Romana Corporation. Es decir, que es una tarea que puede acometerse con éxito, pero es necesario ver esas experiencias, entender los desafíos que enfrentaron, el tiempo necesario para instalarlas y los costos de las mismas. Cumplir con estas observaciones lleva tiempo, de cuatro a cinco años ha dicho el periodista Evaristo Rubens. Por lo tanto, no es la salida inmediata a la falta de mano de obra que enfrenta nuestra agropecuaria en estos momentos como consecuencia de la política de repatriación masiva de ciudadanos haitianos indocumentados, puesta en marcha por el Gobierno. Hace años que el campo dominicano depende de la mano de obra haitiana, incluyendo todavía a la industria azucarera.
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El Gobierno está al tanto de esta realidad, lo mismo que las autoridades oficiales del sector agropecuario y los especialistas dominicanos en temas migratorios. Esta mano de obra también es la principal de la activa industria de la construcción, tanto para las obras privadas como para las gubernamentales. Por años ha habido una especie de política de ojos cerrados hacia el tema de las migraciones indocumentadas procedentes de Haití. Se ha aceptado porque convenía al sector público, al sector privado y a la economía local. Obviamente, también convenía a los haitianos en particular y a la nación de Haití en general. Por eso, todos estos sectores aceptaban de hecho la situación. Si ahora se quiere cambiar de política hay que hacerlo tomando en cuenta esta realidad. O se le busca una solución práctica o nos atenemos a las consecuencias.