El cáncer colorrectal

El cáncer colorrectal

El cáncer colorrectal se considera la tercera causa de muerte por cáncer, tanto en hombres como en mujeres; es también el tercer tumor maligno más común, después del cáncer de pulmón y próstata en el hombre y el cáncer de mama y pulmón en la mujer (en nuestro país es mama y cuello de útero).

Este tipo de cáncer aumenta con la edad y tiene una mayor incidencia en la población de países industrializados. Las causas específicas del desarrollo de este tumor no son conocidas pero, existen factores asociados a la enfermedad como son los de origen nutricional, genético, familiar, enfermedades preexistentes, etc. La poliposis familiar, la enfermedad inflamatoria intestinal, colitis ulcerosa crónica, la enfermedad de Crohn, los síndromes de cáncer familiar y los pólipos adenomatosos son ejemplo de factores que predisponen esta enfermedad.

En estadío temprano, el paciente puede asintomatizar o puede presentarse con signos y síntomas: cambios de los movimientos del intestino, tenemos sangrado rectal que muchas veces es atribuido a hemorroides u otra patología benigna.

Generalmente los cánceres del colon izquierdo causan estreñimiento (constipación) alternándose con diarreas, el paciente puede presentar dolor abdominal y síntomas obstructivos tales como nauseas y vómitos.

Las lesiones del lado derecho producen pérdida de peso, anemia, debilidad.

La Sociedad Americana de Cáncer recomienda que toda persona a la edad de 50 años se realice test de sangre oculta en heces y una sigmoidoscopia plexible.

Luego, el test de sangre oculta en heces cada año, una sigmoidoscopía flexible cada 5 años, una colonoscopía cada 10 años, enema baritada con doble contraste cada 5 años.

En caso de que la determinación de sangre oculta en heces (FOBT), la sigmoidoscopía o la enema baritada, sean positivas, la colonoscopía deberá realizarse inmediatamente. Si una persona presenta una poliposis familiar adenomatosa, será su médico quien deberá darle una guía de tratamiento y screening a seguir.

Una de las maneras de enfrentar este carcinoma es a través de la Radioterapia Tridimensional Conformada (3D), la cual irradia específicamente el tumor en el área afectada, sin lesionar zonas saludables alrededor del mismo. Casi siempre el tratamiento se hace combinado con Quimioterapia y Cirugía. Para más información: www.radonic-cri.com.

El objetivo fundamental de la Radioterapia consiste en suministrar altas dosis de radiación a los tejidos afectados, minimizando las dosis absorbidas por los órganos sanos circundantes. Por medio de la Simulación/ Localización y la Planificación Computarizada, el Médico Radioterapeuta y el Físico tratan de optimizar la relación entre Dosis-Tumor y Dosis-Tejidos Sanos que son atravesados por los diversos haces de radiación generados por el Acelerador Lineal.

El tratamiento del cáncer colorrectal es básicamente quirúrgico, la utilización de quimioterapia adyuvante (post-operatoria) es más utilizada en el cáncer de recto.

Lo más importante, de todo lo expuesto, es ver en qué medida cambiamos nuestro estilo de vida, principalmente en lo que respecta a nuestras costumbres alimenticias y ser más exigentes con nuestra salud de la cual nos despreocupamos a tal extremo, que muchas veces no recordamos cuando realizamos el último chequeo general.

Se hace necesario que los organismos gubernamentales, asociaciones contra el cáncer, grupos de salud pública, pero sobre todo la poderosa influencia de los medios de comunicación como la prensa y la televisión, incidan sobre la población para que modifiquen sus costumbres y hábitos, tratando de influir en los grupos de menor capacidad socioeconómica, que en general son los que tienen mayores problemas sanitarios.

El consumo de alimentos rico en fibras, de escaso contenido en grasa, así como cereales integrales, frutas y vegetales, evitando en lo posible el consumo de alcohol, así como la evaluación médica general, contribuirán a disminuir el riesgo de cáncer o por los menos hacer un diagnóstico a tiempo, cuando el tumor puede ser curable.

Con estas recomendaciones estaremos también contribuyendo a disminuir la incidencia de hipertensión, cardiopatías, diabetes mellitus, accidentes vasculares, etc.

Se hace necesario recordar que gran parte de los cánceres surgen en todo el mundo por acción de ciertos carcinógenos o mezclas de ellos relacionadas con las tradiciones alimenticias y estilos de vida de las personas.

Estas recomendaciones deberían ser parte de un Plan de Educación de Salud, por parte de la Secretaría de Estado de Salud Pública. Puede dar como resultado, reducir el costo de la asistencia médica y hacer un diagnóstico a tiempo de tumores que en estados avanzados conducen a las muerte como lo es el cáncer colorrectal.

Dra. Elsa Núñez, oncóloga radioterapeuta.

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