El cáncer en los políticos

El cáncer en los políticos

He terminado de leer el libro ¨En la enfermedad y en el poder¨, del  inglés, Dr. David Owen, el cual me fue recomendado por el Dr. Rafael Guillén,  prominente cardiólogo.  Deseo compartir con los amables lectores el gran placer de su lectura.

Su autor es médico neurólogo y político, a quien conocimos  en Londres por esa doble razón. Era muy amigo de David Marsden, uno de mis profesores en el Instituto de Neurología británico, quien en su momento fue la autoridad máxima del tema de los movimientos  anormales y Párkinson en todo el mundo.  Murió muy temprano para ser inglés,  en sus sesenta, por un tumor cerebral.

En su segunda posición, él como Ministro de Relaciones Exteriores inglés, y por nuestra condición de diplomático ante la Corona inglesa, recuerdo coincidimos en una de las fiestas al cuerpo diplomático que daba la Reina Elizabeth II en el palacio de Buckingham, donde hablamos de Neurología, como buenos colegas.

Son citados en el libro de Owen varios dirigentes políticos que a nivel mundial han padecido  esta terrible enfermedad a través del tiempo. Menciona unos 10 hombres de Estado o políticos prominentes, con la historia de esta enfermedad.

Cáncer significa tumor maligno, con independencia de los tejidos a partir de los cuales se desarrollan las células de la parte del cuerpo donde esté.

Las células cancerosas pueden permanecer latentes durante años. Por ejemplo, se ha calculado que un pequeño cáncer intestinal de unos 2-3 centímetros de ancho habrá estado presente unos cinco años por término medio antes de ser diagnosticado.

Hay algunas pruebas, aunque no concluyentes, de que el estrés baja las defensas inmunológicas, permitiendo así que las células latentes se multipliquen con rapidez, citado por el  colega neurólogo.

Tal vez  el severo estrés al que están sometidos los  dirigentes políticos sea uno de los  principales factores desencadenantes de la alteración genética que inicia ese crecimiento celular desorganizado  en esta  dolorosa enfermedad y  sea la explicación de porqué hoy padecen de cánceres los dirigentes políticos de Argentina, Brasil, Cuba, Paraguay, Uruguay, etc. 

El caso más evidente, el del presidente Hugo Chávez de Venezuela, quien ha tenido más de una cirugía, quien por su personalidad,  dijo que vencerá al cáncer-¡bravo!- y llegó hasta a insinuar que podía ser un plan de los Estados Unidos. Esto tipifica una clásica paranoia. El autor menciona el penoso ¨síndrome de hybris¨, que es una entidad psicológica, patología que afecta a algunos personajes con poder,  en su  endiosamiento no escuchan a nadie, mesiánicos, prepotentes y deslenguados, en fin ¨atípicos¨. Se  les inicia  una megalomanía desmedida y terminan  con una paranoia acentuada.

El tema de la salud de los dirigentes políticos a nivel mundial ha sido siempre un tema controversial,  pues algunos creen que los políticos son seres extraterrestres, que no pueden padecer enfermedades como gripe y diarreas como  cualquier humilde mortal.

En el libro, muchas son las peripecias narradas para determinar con certeza las enfermedades de  los líderes del mundo reseñados en la obra.  Somos de la opinión, que si un  dirigente político padece la enfermedad del cáncer,  esto no puede, ni debe convertirse en tema de campaña, pues sería un escarnio o peor aún una verdadera indolencia, pero las enfermedades no se deben negar.

El  saberlo,  por respeto, es un derecho  sagrado del elector.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas