El Cañón de las Águilas, un secreto bien guardado en el corazón de Texas

El Cañón de las Águilas, un secreto bien guardado en el corazón de Texas

El «Cañón de las Águilas», un parque natural del Estado de Texas, representa una oportunidad formidable para descubrir y aprender sobre las bondades de la naturaleza. En sus 380 hectáreas se pueden practicar deportes variados, hacer excursiones, observar cómo las águilas remontan vuelo o, simplemente, contemplar las estrellas desde su observatorio astronómico.

A orillas del lago Buchanan y del río Colorado, ubicado en pleno centro de Texas, en el sur de Estados Unidos, el parque está ubicado a 85 kilómetros al sur de la capital del estado, Austin (a 160 kilómetros al norte de San Antonio), y explotado conjuntamente por la Lower Colorado River Authority y el Departamento de Parques y Fauna de Texas.

Una de sus principales atracciones es la visita de las águilas, que se inicia en el otoño boreal, y que son conocidas con el nombre de Pigargos Americanos (Haliaeetus leucocephalus) o Águilas Calvas, el ave símbolo de esta parte de EE.UU.

Aunque habitan mayormente en Alaska y Canadá, se trasladan para invernar en zonas tropicales o no muy frías, como Florida, Texas y el norte de México.

Entre los pigargos, el Pigargo Americano es de buen tamaño (94 cm. de longitud) y anida sobre los árboles y en los riscos.

Víctima de pesticidas y cacerías indiscriminadas, estas aves buscan refugio en los alrededores de este Cañón que lleva su nombre, hasta mediados de mayo. Aún en esta época, cuando empieza a hacer un leve frío, los turistas siguen llegando en grandes cantidades para contemplar estas águilas en su hábitat natural.

Se dice que mientras más gélido es el clima, existen más probabilidades de ver al Pigargo Americano en plena faena de alimentación, basada en la caza de peces, aves y mamíferos, y hasta reptiles, invertebrados y carroña.

Acantilados, ruta y cataratas

Para apreciar el intenso vuelo de estas aves, el crucero Vanishing Texas River Cruise, con capacidad para más de 200 personas, realiza un viaje mágico de dos horas por espectaculares acantilados, donde se aprecian formaciones rocosas de miles de años de antigüedad como el granito y la piedra caliza.

También se puede viajar en canoa gracias a la empresa Lake Buchanan Adventures, especialista en el ramo que traslada a un numeroso grupo por espacio de cinco horas a apreciar las cascadas y maravillas del lugar.

Además, como parte de la excursión, los visitantes logran catar los mejores licores del viñedo de la zona, Fall Creek Vineyards, y disfrutar de un almuerzo complementario.

Para los amantes a la caminata o las excursiones, a pie o en bicicleta, los diferentes senderos de este parque son un reto físico que redunda en una gran tranquilidad mental. Las rutas son intrincadas y la fauna y la flora exuberantes.

Se puede caminar a orillas del lago o se puede uno adentrar en el bosque perfectamente conservado, donde las decenas de especies de mariposas, las serpientes o la gran cantidad de cactus conforman paisajes que quedan grabados en la memoria.

Para los más pequeños, hay excursiones a su medida, como una exhibición de reptiles, donde se aprende su clasificación animal y sus características, o un curso intensivo de fotografía infantil en el que se aprende lo básico para capturar imágenes al aire libre.

Hospedaje

Además de los 23 lugares para acampar (a 12 dólares la noche para un grupo no mayor de 15 personas), hay otros 10 espacios (10 dólares cada uno) para acampar de manera primitiva, sin las comodidades que ofrece la civilización, como agua y electricidad.

También existe espacio para 25 casas rodantes (a 20 dólares la noche) con acceso a baños públicos con duchas y al restaurante del parque, la piscina y a demás atraccione, como el muelle para que los visitantes puedan disfrutar de la pesca, una cancha de voleibol o varias mesas de picnic.

Para los menos aventureros, El Cañón de las Aguilas (www.canyonoftheeagles.com) ofrece 64 cuartos (desde 70 a 180 dólares la noche) construidos con materiales oriundos de la zona y son copias fieles de las casonas de la década de los veinte con una envidiable vista al Lago Buchanan, conocido por los locales como el «Big Buc» y con una extensión de 200 kilómetros (114 millas) de largo.

Pero a pesar de tratarse de un parque forestal, Canyon Room Restaurant ofrece los más finos platillos de la región. Desde alas de pollo al estilo Texas (picantes), al coctel de camarones con un toque regional, o el salmón frito.

Por las noches, artistas y músicos deleitan al público con diversos conciertos en vivo y actuaciones para todos los públicos.

El Cañón de las Águilas es más que un singular parque silvestre, es sin dudas un lugar paradisiaco donde se esconde variedad de flora y fauna de una de las regiones más visitadas de Texas.
EFE-Reportajes

Cuando cae el sol

El Cañón de las Águilas alberga al observatorio de la Sociedad Astronómica de Austin, y cuando cae el Sol, sus miembros aprovechan las oscuras noches y la lejanía de las luces de la ciudad para admirar el infinito estelar.

Abierto al público en general –siempre y cuando los faros de los que van en coche se mantengan apagados–, cientos de personas disfrutan de los telescopios o de potentes binoculares para curiosear el cielo.

El parque ofrece asimismo a grandes y chicos excursiones después del crepúsculo, donde ayudados de linternas y bajo frías brisas, el oído hace máximos esfuerzos por captar los sonidos de la noche.

Desde el familiar búho o el estruendoso sonido que realizan los murciélagos, hasta la aparición de un curioso y juguetón mapache o un lento y hambriento armadillo.

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