El canto lírico se destaca en cuarto
concierto de Festival Musical

El canto lírico se destaca en cuarto<br/>concierto de Festival Musical

POR JORGE RAMOS C.
La noche del lunes en el cuarto concierto del Festival Musical de Santo Domingo titulado “No se permiten tenores”, la Orquesta Sinfónica Nacional fue dirigida por el maestro ecuatoriano Álvaro Manzano.

La velada tuvo como invitados especiales al barítono puertorriqueño Guido LeBrón y al bajo ucraniano Vitalij Kowaljow, quienes merecieron los aplausos y ovaciones del público al interpretar arias, dúos y coros de inmortales de la música clásica como Rossini, Verdi, Bellini, Puccini y Wagner.

El programa inició con fragmentos de la ópera “El barbero de Sevilla”, primero su obertura y acto seguido Manzano llevó al escenario al cantante lírico Kowaljow para su primera actuación con uno de los números más populares de esta obra, “La calumnia”. Luego el auditorio recibió a LeBrón, quien puso de manifiesto sus cualidades vocales al interpretar “Largo al factotum”, una aria para barítono que en la obra sirve para que el pícaro barbero cante sus múltiples destrezas con verdadera chispa.

Tras los aplausos y los gritos de ¡bravo! la Orquesta Sinfónica Nacional volvió a mostrar toda la calidad de sus músicos en la obertura  de “El señor Bruschino”, otra ópera de Rossini que como las demás, son ejemplos magníficos de poder de comunicación.

Casi al final de esta primera parte del concierto “No se permiten tenores”, el ucraniano Vitalij Kowaljow, entonó, de la ópera “Don Carlos”,  el aria para bajo “Ella jamás me amó”, una reflexión profundamente emotiva del rey Felipe II. Pero el momento fue aún más emocionante cuando el bajo europeo y el barítono puertorriqueño aunaron sus voces para cerrar el primer episodio del cuarto concierto del Festival Musical al personificar con sus cantos un conmovedor intercambio entre Felipe y Rodrigo, en el que este último pide piedad para los desdichados habitantes de Flandes, pero el rey le expresa sus sospechas de la infidelidad de su esposa con su propio hijo.

SEGUNDA PARTE

Después de un breve intermedio, la orquesta hizo la introducción con la obertura de “Norma”, de Vincenzo Bellini, figura protagónica de la ópera italiana, dando paso al Coro Nacional, bajo la dirección de José Enrique Espín y un momento de la ópera “Tosca”, de Giacono Puccini, compartido con Guido LeBrón.

Tras las ovaciones de un público entusiasta que casi llenó la Sala Principal, volvió a corresponder el turno el artista clásico europeo Kowaljow, con el grupo coral criollo, para entonar un fragmento de la obra “Nabucco”, de G. Verdi.

El gran final se produjo cuando ambos volvieron a juntarse para encarnar con sus voces una parte del drama lírico “tardo per gli anni, e tremulo”, de la ópera de Verdi tiulada “Attila”, provocando que los presentes despidieran de pie y con larga reverencia a todo el elenco del cuarto concierto del Festival Musical de Santo Domingo, en una maravillosa noche de arias, dúos y coros de renombrados compositores.

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