El Cardenal al ataque

El Cardenal al ataque

Claudio Acosta.

En el Palacio Nacional  tendrán que fingir que no se enteraron de las declaraciones del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien   acusó al gobierno de manejarse con blandenguería en el caso de las restricciones impuestas  por Haití al ingreso a través de la  frontera terrestre de 23 productos dominicanos, y no hay dudas de que harán lo correcto. La posición del Cardenal  frente al “problema haitiano” es muy conocida, por lo que para nadie es un secreto que sus desencuentros con la administración del presidente Danilo Medina  no se limitan a las restricciones  y cortapisas de las autoridades haitianas, que han desplegado una estrategia de guerra de  guerrillas  comercial  que tiene desesperados a los empresarios dominicanos, sino que van mucho más allá. Tampoco es un secreto que, con sus posiciones, López Rodríguez hace causa común con los ultranacionalistas que promueven el levantamiento  de un muro en la frontera, que también han sido críticos  severos del gobierno, al que acusan de complicidad con las potencias que  conspiran, “junto a los traidores del patio”, para fusionar la isla. Por suerte esta administración no se ha dejado arrastrar por los radicalismos de unos y otros,  manteniéndose  apegada a la  prudencia conque debe manejar la crisis haitiana, probablemente consciente de  que, por designios  de la comunidad internacional y su visión  sesgada del problema y sus implicaciones, siempre llevaremos las de perder. Y aunque no todo lo que se ha hecho, desde la sentencia 168-13 para acá, merece aplauso y  reconocimiento pues resulta evidente  que se han cometido  errores, debemos dar gracias  a Dios porque el Cardenal no es quien dirige la política   exterior de este país.

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