El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez se identificó ayer con las necesidades de los médicos, las enfermeras, los bioanalistas y los farmacéuticos de los hospitales públicos, pero dijo que actualmente no hay interlocutores válidos para dialogar con ese sector.

Tras recibir una delegación del Colegio Médico Dominicano (CMD) el prelado afirmó que es tal la situación del sector Salud que instituciones como el Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT) y el hospital Materno Infantil, ambos de la Plaza de la Salud, reciben una cada vez mayor cantidad de pacientes y atribuyó esa situación al deterioro de los hospitales públicos.

Esta semana los trabajadores de la Salud marcharon por las calles de San Pedro de Macorís y paralizaron los hospitales de toda la zona Este; el próximo martes paralizarán todos los hospitales del país.

En su intento por lograr apoyo para su lucha reivindicativa la directiva del CMD se reunió con el cardenal López Rodríguez y el candidato a la presidencia por el Partido Revolucionario Independiente (PRI), Trajano Santana.

El doctor Waldo Ariel Suero, presidente del CMD, explicó al jefe de la Iglesia Católica la situación de precariedad por la que atraviesan los hospitales públicos y los médicos que allí laboran.

De su lado, el Cardenal dijo a los trabajadores de la salud que el tema no le es ajeno, que lo conoce y que en centros como CEDIMAT y el hospital Materno, se han multiplicado las consultas y las solicitudes de cirugías especializadas. Tampoco a esos centros se les da lo que se le aprueba en el Presupuesto.

«Yo no tengo duda de lo que ustedes me están diciendo, lo he planteado en los escenarios correspondientes, pero los interlocutores no son válidos para el diálogo», sostuvo el Cardenal.

Afirmó que los servicios básicos deben ser priorizados, porque se trata de necesidades que tiene la gente y que las autoridades deben ofrecer.

López Rodríguez dijo que en estos momentos hay en el medio aspectos que distraen en la política, como los aprestos reeleccionistas e insistió en que no ha habido una respuesta real y eficaz del Gobierno a los asuntos de salud.

«El problema de Salud debe ser resuelto, tenemos que poner la casa en orden, pero en realidad no hay interlocutores válidos para el diálogo, mientras hay sectores como los adolescentes y la juventud a la que hay que poner caso», dijo.

El prelado dijo que está claro en que en muchas ocasiones sus declaraciones no gustan. Esto no debe seguir así, insistió, aunque recordó a los médicos que las instancias de decisiones no están en sus manos.