El Caribe convulso

El Caribe convulso

UBI RIVAS

Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití semejan escenario de 1959 en región

Conforme registra mi memoria, el Caribe, nuestro Mare Nostrum, nuestro Mediterráneo americano, epicentro y trampolín de la conquista del Novo Mundo por las potencias hegemónicas del siglo XVI, presenta hoy un escenario convulso, similiar al de 1959.

En aquel entonces, la convulsión del Caribe la identificaban la incipiente revolución cubana, y las tiranías del generalísimo Rafael Leónidas Trujillo en RD, Anastasio Somoza García en Nicaragua, y Carlos Castillo Armas en Guatemala.

Hoy, la convulsión caribeña tiene sus raíces y referencias en la inconclusa revolución cubana, atascada y frisada en el tiempo, sobreviviendo como un brontosaurio sin alimentos, y por eso perecieron. La revolución sandinista, traicionada por el déspota Daniel Ortega Saavedra, y el imposible relevo del comandante Hugo Chávez por el chofer de guaguas Nicolás Maduro, mascarón de proa de Diosdado Cabello.

El cuarto actor en el convulso drama caribeño es Haití, siempre Haití, con el reciente magnicidio del presidente Jovenel Moïse, innegable connivencia de su seguridad, conforme se determinará, idéntico al magnicidio del coronel Carlos Castillo Armas.

Apenas cuatro días del magnicidio en Haití ocurrido el día 7, el día 11 el mundo presenció una vigorosa protesta en el pequeño poblado de San Antonio de los Baños, a solo 37 kilómetros de La Habana, reproducido en el capitolio habanero, similar 1994.

Con un Estado policial organizado en la era comunista soviética por la KGB, Cuba ripostó la espontánea irrupción, enviando sus partidarios, con palos en las manos, inclusive, una forma muy recurrente de enfrentar la disidencia, conforme la cosmovisión totalitaria.

De los 4 escenarios convulsos del Caribe hoy, el de mayor magnitud es Cuba, ya que tanto al chavismo como al sandinismo, su fin será próximo, y Haití con elecciones tiene.

Más leídas