El carnaval de Gualeguaychú, una fiesta argentina con perfume de Brasil

El carnaval de Gualeguaychú, una fiesta argentina con perfume de Brasil

GUALEGUAYCHÜ, Argentina, AFP. Gualeguaychú, una tranquila ciudad de Argentina a orillas del río Uruguay, se estremece cada año durante el verano austral al ritmo de un exótico carnaval con reminiscencias de Río de Janeiro.  

Cada fin de semana, decenas de miles de apasionados llegan desde la capital Buenos Aires, de otras provincias argentinas y el vecino Uruguay para asistir al desfile de coloridas comparsas en un corsódromo con capacidad para 40.000 personas.

Silvina Pino, profesora de danzas de 28 años de edad, es una de ellas. Durante la semana divide su tiempo en Buenos Aires entre su trabajo en el servicio cultural de la embajada de Brasil y sus cursos de danza brasilera, mientras espera con impaciencia los viernes, cuando parte a su aventura carnavalesca.

Desde hace cinco años, Silvina baila junto a su compañero Agustín para la comparsa «Kamarr», de la comunidad sirio-libanesa de la ciudad.  Bajo los flashes del público, Silvina quiebra su cintura al compás de los tambores con una malla de pedrería y destellos que deja al descubierto gran parte de su cuerpo bañado en purpurina.

«Cada año espero impaciente, uno se prepara todo el año para el carnaval. Necesito esta adrenalina que me da Gualeguaychú, el público, la música, es una sensación extraordinaria», dice a la AFP esta mujer de larga cabellera rubia.   El carnaval también es una competencia, y la comparsa de Silvina defiende este año el título que consiguió en 2013.

El carnaval más famoso de Argentina es señalado como una pálida copia del de Río de Janeiro.   «El río (en un juego de palabras entre la ciudad brasileña y el río Uruguay) tiene su influencia y pertenece a la cuenca del Amazonas, Gualeguaychú es un puerto sobre el río que viene de Brasil. El río es un vector transmisor de toda una cultura», argumenta Titi Riciuto, director de Kamarr.

Riciuto explica que el tradicional carnaval de la calle principal de la ciudad ha sufrido una transformación a partir de 1970 para convertirse en un espectáculo a gran escala.   «El trabajo de muchos artistas, modistas, decoradores y artesanos le han aportado brillo y esplendor», afirma.   Cada comparsa incluye a unos 260 bailarines y músicos, además de unas sesenta personas que aportan su trabajo desde bambalinas.   Para el carnaval, la pasión lo desborda todo.

Publicaciones Relacionadas