El caso “Esperancita” resurge tras la sentencia del Constitucional dominicano

El caso “Esperancita” resurge tras la sentencia del Constitucional dominicano

Rosa Hernández, madre de Esperancita.

Madrid. El caso de una adolescente dominicana embarazada que falleció de leucemia en 2012 se ha convertido en el símbolo de un movimiento en favor de los derechos de las mujeres en ese país, gracias a iniciativas judiciales y al acompañamiento político y social.

Rosaura Almonte, identificada también como “Esperancita”, murió con dieciséis años de leucemia, enfermedad que le diagnosticaron cuando estaba en su séptima semana de embarazo, pero que no le trataron debido a su estado porque ponía en peligro la vida del feto.

Su madre, Rosa Hernández, acompañada de su abogada, Indiana Jiménez, y la directora legal de la organización Women’s Link Worldwide, Glenys de Jesús Checo, ha visitado Madrid con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos para reunirse con movimientos de mujeres y asociaciones políticas.   En República Dominicana, el aborto “está prohibido en todas las circunstancias, incluyendo para salvar la vida de la madre”, afirma a Efe la representante de la organización que defiende los derechos de mujeres y niñas.

Por eso, añade, lo que persigue este movimiento es la despenalización del aborto en “casos excepcionales».   Según datos proporcionados por la asociación, 2.000 mujeres latinoamericanas mueren de media cada año por abortos inseguros, lo que supone un 12 por ciento de las muertes maternas en la región.

En 2014 el Congreso dominicano aprobó un nuevo Código Penal, donde se incluyeron como excepciones a la penalización del aborto tres supuestos- malformación fetal, salud y violación, después de unas observaciones del presidente del país, Danilo Medina, para que se contemplaran esas circunstancias.

Sin embargo, el Tribunal Constitucional dominicano emitió la semana pasada una sentencia por la que declaraba inconstitucional todo el nuevo Código Penal y regresaba a la versión de 1884, después de que se presentaran tres demandas por parte de organizaciones opuestas al aborto.   “Hemos tenido un fuerte golpe, no lo voy a negar. Estamos movilizándonos nuevamente, apelando a toda la ayuda internacional”, manifiesta la abogada de Rosa Hernández.

De hecho, añade, que este revés “significa un retroceso real de los derechos de las mujeres dominicanas”, como en “la preservación de lo mínimo, que es la salud».   Por su parte, Rosa Hernández destaca el temor de las mujeres dominicanas a quedarse embarazadas porque no saben qué hacer cuando el embarazo “no llega bien”, en referencia a los problemas que pueden surgir cuando el feto viene mal o cuando la madre tiene problemas de salud, como en el caso de su hija.

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