Hoy 
El pasado fin de semana, por gentil invitación de un amigo, estuvimos en una residencia del complejo turístico Casa de Campo, propiedad del Central Romana, lo que aprovechamos para realizar un tour por algunas de las dependencias agrícolas, ganaderas, turísticas y fabriles de ese gran complejo industrial.
Y la verdad es que quedamos altamente impresionados por lo que pudimos comprobar personalmente, porque sin lugar a dudas se trata de la empresa privada de mayor incidencia económica, no solo en la región oriental, en todo el país.
En estos momentos está sobre el tapete de la actualidad la ineludible necesidad que tiene nuestra nación no solo de garantizar la seguridad alimentaria de su población, en un momento en que están en alzas los precios de todas las materias primas, sino además de incrementar sus exportaciones para equilibrar, en cuanto sea alcanzable, la balanza de pagos.
Y dentro de esos planes y proyectos, que adelanta el Gobierno del presidente Leonel Fernández en estrecha alianza con inversionistas extranjeros, principalmente norteamericanos y europeos, la recuperación del otrora floreciente sector azucarero dominicano es un objetivo de primer orden.
Esto explica el título del presente artículo, porque el Central Romana, cuya producción en cada zafra supera las 300 mil toneladas, es uno de los ingenios azucareros más eficientes a nivel mundial, y el rehabilitar el ahora desfalleciente Consejo Estatal del Azúcar, privatizando sus tierras de cultivo hoy semi abandonadas, aunque en San Pedro de Macorís se está produciendo caña de azúcar, lo mismo que en Barahona.
El país puede volver, a mediano plazo, a sus niveles del año 1975, cuando la producción superó el millón de toneladas, lo que nos permitió aprovechar los precios récords que entonces alcanzó la libra del dulce.
Al cierre del mercado de Nueva York, el pasado viernes, la libra de azúcar se cotizó por encima de los 23 centavos de dólar, y los pronósticos indican que en junio del 2012, cuando finaliza la zafra en la República Dominicana, superen los 21 centavos de dólar por libra.
El Central Romana, merced a la eficiencia que le han sabido imprimir sus propietarios, la familia Fanjul, grandes productores azucareros del sur de la Florida, tiene con sus trabajadores el pacto colectivo de condiciones de trabajo más beneficioso, que permite a sus empleados recibir generosas bonificaciones, además de planes de vivienda, educación y salud, y esto merece también destacarse.
