El Centro Bonó
Una institución que combina lo
espiritual con el compromiso social

<p><strong>El Centro Bonó<br/></strong>Una institución que combina lo<br/>espiritual con el compromiso social</p>

La gente interesada en cambios reales ha encontrado en el Centro Bonó un espacio dónde pronunciarse, y aliarse con personas que desean construir un país diferente, expresó el padre Serrano
POR LEONORA RAMÍREZ S.

El Centro Bonó es una pirámide del conocimiento y del servicio social que se sostiene en el Centro Juan Montalvo, en el Servicio Jesuita para Refugiados y Migrantes, y en el Instituto Filosófico Francisco Bonó.

Sacerdotes y laicos dirigen esta institución que tiene el sello de la Orden de los Jesuitas, y que es uno de los 30 centros de ese tipo que funcionan en América Latina con el objetivo de evangelizar con compromiso social.

El padre Mario Serrano, de 37 años, explica cómo es posible combinar  el razonamiento con la fe y con qué propósito.

“Con los jesuitas se mezcla lo espiritual con el compromiso social, porque toda espiritualidad profunda tiene implicaciones sociales, y la nuestra es una relación con Dios que se vincula con el mundo, con el ser humano”.

Desde esa perspectiva el Centro Bonó trabaja con los excluidos, fortalece el liderazgo en las organizaciones de base, y sobre todo busca un espacio en el ámbito de la toma de decisiones para que, las políticas sociales y económicas que se apliquen tengan un toque de sensibilidad que beneficie a las mayorías.

El Centro Bonó está ubicado en el sector Mejoramiento Social, del Distrito Nacional, y tiene personalidad jurídica desde 1995, aunque el Centro Juan Montalvo funciona desde 1992, y el Instituto Filosófico desde 1986.

Los mentores de este esquema de servicio social son el padre Jorge Cela, quien dirigía el Centro Juan Montalvo, el padre José Núñez, que estuvo a cargo del Servicio Jesuita de Refugiados y Migrantes, así como el sacerdote Jesús Zaglul.

 “El Centro Bonó es una sombrilla  de organismos que tienen la identidad de Francisco Bonó, ese intelectual que fue filósofo y padre de la sociología dominicana, y que promovió la participación de los sectores excluidos a finales del siglo XIX.

“Por eso quisimos recuperar su pensamiento para darle fuerza a estas tres instituciones que lo conforman”.

En ese sentido, expresó que la gente interesada en cambios reales ha encontrado allí un espacio desde donde pronunciarse, y aliarse con personas que desean construir un país diferente.

EL CENTRO BONO EN EL AREA ECONOMICA

El Centro Bonó decidió extender la lucha por los marginados hacia las instancias de poder. Es decir, sacar las propuestas y los análisis de los barrios de la zona Norte del Distrito Nacional, para llevarlos a los foros donde se discuten las políticas públicas.

El punto de partida de esa iniciativa fue la última reforma fiscal que implementó el gobierno a partir del 8 de diciembre del 2005, en cuyo proceso esta institución propugnó por medidas que no lacerarán los bolsillos de los más necesitados, y que de paso incrementará el gasto social.

Sobre ese aspecto Serrano manifestó que la democracia se define por la equidad, no solamente por la construcción de un marco jurídico en el que se participa, sino también por la distribución de los ingresos.

“Tenemos un país que en los últimos 40 años ha crecido económicamente como ninguno de América Latina, pero los índices de inequidad son los mayores, entonces ahí es donde hay que tocar a la sociedad dominicana”.

Serrano manifestó además que la institución que dirige también participa en las negociaciones tripartidas que mantienen el Estado, los empresarios y los sindicalistas, para aplicar el Seguro Familiar de Salud.

Esta institución no está de espaldas a  los procesos políticos, porque también analiza aspectos relacionados con la corrupción, la transparencia, la participación, y como parte de las discusiones sobre la reforma constitucional que auspicia el gobierno, ya dio a conocer su posición que se refiere al respeto a los derechos sociales y de los inmigrantes.

 “Promovemos la valorización del otro, de su cultura y su trabajo, y como la Constitución dice que todas las personas nacidas en República Dominicana son dominicanas, eso es lo que defendemos, porque nuestra vocación cristiana nos dice que se debe atender al prójimo, y eso lo queremos hacer desde el compromiso social”.

LOS LOGROS DEL CENTRO JUAN MONTALVO

Octavio Figueroa, un laico de 38 años, dirige el Centro Juan Montalvo, una entidad que se inició ofreciendo talleres a los sectores populares para fortalecer el liderazgo, y crear conciencia sobre democracia, participación, transparencia en las elecciones, entre otros temas.

En ese contexto se impulsan agendas de desarrollo barrial, mediante las cuales se hace un levantamiento de las prioridades de los sectores, y se gestiona su aplicación desde el Estado o los cabildos.

“Nosotros hemos colaborado en ese proceso con barrios como Guachupita, donde se han ejecutado programas para la mejoría del suministro de agua, de electricidad, y para la reparación y construcción de escuelas.

“Pero además, Guachupita es de los pocos barrios que antes de que el gobierno lanzara el proyecto Barrio Seguro, en agosto del 2005,  ya tenía una propuesta de cómo enfrentar la delincuencia”. Con el apoyo del Centro Juan Montalvo, de acuerdo a las explicaciones se Figueroa, en Los Guandules se construye una segunda escuela como resultado de una agenda de desarrollos, y en el sector El Valiente, del municipio de Boca Chica, se ayuda a los residentes en la regulación de los terrenos, ya que en su mayoría son ocupantes de los mismos.

“El hecho de que en cinco barrios haya igual cantidad de                  coordinaciones barriales, que negocian con las autoridades sus problemas, eso es lo más importante para nosotros, que las comunidades sean el eje y motor de su desarrollo”.

Serrano añade otros logros del Montalvo, entre estos contribuir con el fortalecimiento de la sociedad civil, y crear conciencia sobre la democracia económica y la defensa de los marginados.

SERVICIO JESUITA DE REFUGIADOS

El Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes acoge a los extranjeros que atraviesan por situaciones difíciles en términos de su estatus en el país, pero su trabajo se centra en el fomento de la relación armoniosa entre dominicanos y haitianos a través de sus oficinas instaladas en Santo Domingo, Santiago y Dajabón.

Serrano, quien es también director de esa entidad, expresó que se defiende el derecho de los inmigrantes como parte de una política que implementan los jesuitas desde hace 25 años.

“En el caso dominicano acompañamos  a los haitianos en su desplazamiento desde Haití hacia el país, tanto por razones políticas como económicas. Aquí se reúnen, tramitan sus solicitudes de refugio, aunque el gobierno  no las acepta pese a que firmó la Convención de los Derechos de los Refugiados.

“Nos acusan de antinacionalistas, pero nosotros lo que hacemos es defender los derechos de la gente, porque nuestro fuerte es el acompañamiento a la población haitiana para que se respete el derecho a la nacionalidad y al trabajo”.

En ese contexto Serrano explicó que el capitalismo quiere inmigrantes ilegales porque el salario que se les ofrece es más barato, entonces de lo que se trata es de mantener a estas personas en la ilegalidad para explotarlas.

LO QUE SE HACE EN EL INSTITUTO FILOSOFICO

El sacerdote Pablo Mella, de 43 años, está a cargo del Instituto Filosófico Francisco Bonó, una de las herramientas de análisis de la referida entidad.

Desde ese ámbito el Centro Bonó intenta articular una escuela del pensamiento, mediante la cual se contribuya con la mejoría de la argumentación dirigida sobre todo hacia quienes tienen participación en los medios de comunicación.

“En el país hay bastante libertad de expresión, aunque de vez en cuando aparecen algunos autoritarismos, pero eso no significa que haya buena argumentación, y eso se puede lograr mediante la filosofía y varias de sus disciplinas”.

En términos de educación superior el Instituto de Filosofía tiene un acuerdo con el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), en la carrera de humanidades y filosofía, en cuyo plan hay inscritos 105 estudiantes.

Asimismo, existe un intercambio con una asociación de  universidades norteamericanas, mediante el cual alrededor de 20 estudiantes, por semestre, llegan al Instituto de Filosofía para dar materias sobre temas dominicanos o latinoamericanos.

La institución también ofrece diplomados, siendo el más reciente el de historia crítica dominicana, “porque nosotros pretendemos propiciar una relación más crítica con el pasado de la República Dominicana”.

En esa misma tónica se ofrecerán próximamente cursos sobre la historia del Caribe, sobre violencia, pobreza, ciencia, tecnología y sociedad, entre otros temas.

El soporte documental del Centro Bonó y del propio Instituto Filosofía es el Centro de Documentación Francisco Bonó, que cuenta con una bibliografía especializada en asuntos sociales, aunque también tiene títulos de diversa índole.

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