Hoy quiero inicar con esta frase de Amaia Arzamendi: «El gran reto es pasar de los centros de enseñanza del Siglo XX, donde el centro era el profesor, a centros de aprendizaje del Siglo XXI, donde el centro es el alumno». Pienso que no podía haber sido mejor expresada.
Los retos de este tiempo en constante cambio obligan a una profunda transformación también en la educación: para muchos la escuela tradicional ha caducado. En la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación de 2015 (WISE, por sus siglas en inglés), que se celebró en Doha (Catar), ya se destacó que los sistemas educativos de todo el mundo sufrirán grandes modificaciones hasta el 2030. Las nuevas tecnologías e Internet han irrumpido de manera revolucionaria en la forma de aprender y enseñar. Y la globalización no ha hecho más que impulsar esa transformación. La sociedad de hoy da una visión rápida de lo que se demandará en ese tiempo próximo: individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes en las TIC, autónomos, con altos dotes sociales, que se adapten fácilmente a los ambientes laborales, capaces de trabajar con cualquier persona, en cualquier lugar y momento.
Aunque los niños de hoy día en primaria no saben qué serán en el futuro, ya es claro que deben tener los recursos necesarios para adaptarse a lo que venga. Algunos expertos en el campo educativo vislumbran los caminos por dónde avanzar; la creatividad por ejemplo, ya que se deben generar oportunidades para que se desarrolle el talento. Sin embargo, la escuela de hoy condena esa creatividad, es preciso optar por un revolucionario cambio en la forma de enseñar, para el establecimiento de políticas públicas en un país para el buen desarrollo y funcionamiento sostenible en el que uno de los pilares sea la inclusión social. Es vital el Liderazgo en las instituciones educativas: la cultura digital lleva años instaurada en el mundo y, por supuesto, en la sociedad. Las instituciones educativas no pueden permanecer ajenas a ello. Por esto, es fundamental el empalme de estos 3 factores, Contenidos + Enseñanza + Tecnología, puesto que son las bases sólidas para la introducción de las TIC en los procesos educativos.
En línea con la nueva tendencia, los programas se han enfocado en el aprendizaje de contenidos específicos, como las matemáticas y la lectoescritura, transformando progresivamente la educación infantil en una escuela donde los niños sentados en sus bancos trabajan con textos y copian de la pizarra. Como respuesta a estas disposiciones, ha surgido un sinnúmero de movimientos que defienden el uso del juego como estrategia educativa, promoviendo el aprendizaje a través de los sentidos, el uso del espacio exterior y de elementos naturales.
La revolución en la comunicación, las redes y las nubes nos darán nuevas oportunidades. Todos produciremos contenido para compartir y guiar. Nuestros hijos podrán investigar y formar opiniones. Lo fundamental en el nuevo modelo educativo es adaptarse a nuevas realidades. Tenemos que tomar decisiones sobre la marcha. No se necesitan grandes estudios. No podemos seguir procesos iguales, si queremos resultados diferentes.