El centro histórico y la memoria de un pueblo

El centro histórico y la memoria de un pueblo

En clase, repasando parte de la historia colonial y su sello en la ciudad ovandina, me quedo  sorprendida: los estudiantes no han interiorizado que somos seguramente los primeros del Continente, no solamente en re-crear una ciudad medieval en el Nuevo Mundo, sino que muy probablemente también los primeros en haber traído los primeros esclavos africanos al Caribe.

Llegaron tras la muerte de los habitantes originales de la Isla y fueron usados  en los trapiches e ingenios de la colonia. Para eso, tuvieron que llegar en un lugar del puerto de Santo Domingo  y fueron comprados en un mercado. ¿Por qué la ciudad no recuerda esos lugares y ese acontecimiento tan  excepcional en la Historia de la Humanidad ya que se venera el lugar de su partida  en la isla de Goree?  Hay que recordar  a los niños y a los turistas, esa aventura humana,  trágica  para África. Nos quejamos de la mala memoria de nuestros estudiantes en las Pruebas Nacionales en ciencias sociales y el país les priva de una manera muy sencilla de recorrer los momentos más notables de su historia en la ciudad e integrar el valor de la arquitectura colonial industrial como el Trapiche de Nigua ni el Ingenio Diego Caballero que podrían visitar en un galeón, ¡por qué no  descubrir así la ruta del azúcar!  ¿Por qué no recrear en la zona ovandina los relevos de la guardia en la Fortaleza Ozama y cerrar cada noche la puerta San Diego y proceder de  manera simbólica al encendido de faroles? Se habla de remozamiento de la Zona Colonial  pero será vano ese esfuerzo si no asociamos la modernización de las redes eléctricas con un programa de rescate de las primeras canteras de la zona, del remozamiento de su primer barrio obrero y del entorno de la Iglesia de San Barbara. Ojalá aprovechemos este momento  para recuperar el patrimonio inmobiliario de la Calle España y mejorar todo el entorno, con su calle La Negreta.

 Ahora,  rescatar la memoria histórica no es suficiente si no integramos los habitantes de la zona  a esa obra y como lo hizo, Silvano Lora en su tiempo, le damos vida a esas piedras, que deben ayudar nuestros estudiantes a asimilar mejor su Historia y amarla.

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