El cerebro del Homo Optimus, el hombre máquina

El cerebro del Homo Optimus, el hombre máquina

El “futurólogo”, Dr. Ian Pearson es un ingeniero británico que mezcla las matemáticas y las teorías de la física para hacer predicciones futuristas. Este considera que los avances en las nuevas tecnologías permitirán que los seres humanos y las computadoras sean solo uno, es decir, que evolucionaremos desde el Homo Sapiens donde estamos hoy al Homo Optimus, y en ese momento seremos entonces mitad máquina y mitad humano. Es importante destacar que plantean algunos que esto se podrá alcanzar desde mediados del siglo XXI, y que en ese entonces lograremos los seres humanos “vivir a plenitud”, conectados a las redes de la información. El transhumanismo es la corriente filosófica que cree que la tecnología puede hacer a los seres humanos más evolucionados y que eso nos trasformará. Ellos opinan que en ese futuro no muy lejano, por optimización de los genomas y la alta tecnología seremos más humanos, más hermosos, más inteligentes, más sanos y más felices.
Hay algunos hechos que le dan crédito a las “predicciones” de este matemático. En el 1991 por ejemplo cuando nadie se imaginaba el e-mail, Pearson predijo que: habría un “aumento desmedido en los mensajes de texto”. Hoy, él plantea, que los cerebros humanos estarán interconectados y que en un futuro no muy lejano podrá haber conversaciones telepáticas entre los humanos desde cualquier lugar donde usted se encuentre sobre la tierra, y la respuesta estará dada por una red neuronal y que en vez estar usando Google o Siri para buscar respuestas, los cuestionamientos que tengamos mañana se harán directamente desde nuestros cerebros a esas fuentes computacionales. Estas futuras acciones tecnológicas no necesitarán una cirugía de cráneo o tener que abrir el cerebro para conectar un chip, no, él señala que se haría con una simple inyección usando la nanotecnología (aparatos microscópicos). Se enviarán estos equipos diminutos a través de la sangre, para que lleguen al cerebro, pasen la barrera hematoencefálica y se conecten directamente con las neuronas cerebrales y que estos dispositivos ya dentro de las neuronas, se conectarían con la computadora. En otras palabras, nuestros cerebros en un mañana vendrían a ser parte del IT, del inglés “InformationTechnology”. El IT, es la aplicación de la computadora que le permite almacenar, estudiar, devolver, transmitir y manipular los datos que maneja, guardando relación con todos los elementos del mundo tecnológico.
Gracias a estos avances, nuestra especie humana estará más entregada a las nuevas tecnologías. Señalan los futurólogos en sus juicios que en un período no muy lejano nos convertiremos en androides, seres híbridos entre humanos y máquinas. De hecho ya existe el Bina48, un busto geminoide, robot creado por MartineRohblatta para que se parezca a su esposa Bina, androide que contesta con respuestas lógicas. El pasado mes de marzo se celebró en la ciudad de Barcelona, un acontecimiento de alta tecnología el 1 Mobile WorldCongress (MWC) en el evento el Laboratorio Kasperky, en donde se presentó una sumario donde se describió cómo será el mundo en los próximos 50 años, con cambios que van desde implantes cerebrales de tipo robótico (nanotecnología-microscópica) con procedimientos similares a poner una simple inyección como se hace hoy, esto para aumentar la inteligencia, la sexualidad humana, poder tener sexo con robots, lograr medidas para evitar que las máquinas robotizadas, y que los robots nos “hakeen” nuestros propios pensamientos. En ese futuro los robots y la inteligencia artificial campearán a sus anchas. Stephen Hawking, el reconocido físico y cosmólogo plantea que en menos de 100 años las máquinas nos gobernarán.
Sin embargo, todos estos avances “evolutivos” que son indetenibles, no dejan claro si acabarán con las naciones, los grupos étnicos, la desigualdad y la discriminación que hasta ahora siguen presentes en el mundo. Estas predicciones, sabemos que se mueven en el terreno de las conjeturas, hay que esperar para ver. Hawkings también considera que desde hace un tiempo estamos en camino de convertirnos es una suerte de “distopía”, es decir, una utopía negativa, donde la realidad trascurre en términos anti éticos. Muy distante de la sociedad justa e ideal, de la utopía con la cual soñó Tomas Moro. ¿Nos llevarán estos encuentros robóticos a una hipotética sociedad indeseable?Continuaremos.

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