Poder. Antiguo moderador tenía fuertes vínculos

En víspera del inicio mañana de las discusiones para lograr 13 reformas estructurales en el Estado, la politóloga Rosario Espinal considera que el Consejo Económico y Social (CES) necesita ganarse la credibilidad como promotor de diálogos.

Subraya que se supone que la moderación la harán los funcionarios del CES que son nombrados por el Gobierno, lo cual no implica que sea bueno ni malo, pero hace remontar al surgimiento de ese organismo a partir de las históricas moderaciones de Monseñor Agripino Núñez Collado.

“Cuando lo hacía él, muchos lo veían como un moderador externo al Gobierno. Al crearse el CES como un mecanismo de diálogo oficial, y al salir Núñez Collado del escenario político, entonces son funcionarios del Gobierno que dirigen el CES y moderarán”, apunta Espinal.

Señala que el CES ahora tiene un carácter oficial como instancia del Estado destinada a promover diálogos y acuerdos, lo que además de su función se constituye en un desafío, por lo que hay que esperar para ver si logra sus objetivos, o si los conflictos de intereses le impiden arribar a acuerdos amplios.

Con relación si ahora sería mas institucional y menos personalista, Espinal afirma que Núñez operaba como un actor externo al Estado, y tenía fuertes vínculos con los sectores de poder, lo que facilitaba su rol de mediador.

Ahora es el mismo Estado que asume esa función, apunta Espinal, tras considerar que si Núñez Collado no se hubiese retirado del espacio público, seguiría ejerciendo esa función. Fue su retirada por edad que ha llevado a un cambio, no una decisión de cambio institucional. De todas formas, al darse, el reto está echado para el CES y el Gobierno”.
Es por esto que sostiene que “ahora el CES necesita ganarse la credibilidad como promotor de diálogos”. El CES es presidido por Rafael Toribio.

Motivos
Sobre la motivación del diálogo, Espinal cree que la principal es asumir el liderazgo de la discusión política al iniciar el segundo año de gobierno cuando la oposición buscaba posicionarse con un aumento de críticas.

En cuanto a las reformas propuestas indicada que cada una es compleja y agregar más es no discutir ninguna bien.

En relación a la metodología del diálogo, Espinal entiende que para que sea efectivo, el Gobierno tiene que presentar un documento con propuestas sobre cada tema para a partir de ahí iniciar la discusión con diversos sectores. “Lo han hecho al revés: han convocado a un diálogo sin material específico para discutir”.