El chavismo ha muerto ¿Viva el chavismo?

El chavismo ha muerto ¿Viva el chavismo?

Ubi Rivas.

Es Perogrullo, aunque no ocioso, recordar que el teniente coronel del Ejército de Venezuela, Hugo Chávez Frías, lideró un golpe de Estado que depuso al presidente Carlos Andrés Pérez, por las corrosivas denuncias de corrupción cuyo iceberg fue el escándalo del Sierra Nevada, iniciado en el Acuerdo de Punto Fijo que desencadenó el ciclo decadente de la política venezolana con la cuestionable cadencia pútrida de “La Conchupancia”.
El coronel Hugo Chávez se presumió relevo de la ponencia del predicamento del Libertador Simón Bolívar en el escenario del Congreso Anfictiónico de Panamá que postuló la unificación de los países al sur del río Bravo para consolidar sus proyectos patrios y blindarse de los zarpazos hegemónicos de ese “Norte revuelto y brutal que nos desprecia”, que visionó el mártir de Dos Ríos.
En el vórtice de ese frenesí reinvindicador de apremios patrios conculcados por la puja imperial, el comandante Chávez, en el traspatio del imperio, usó los recursos petroleros más abundosos del planeta para erguirse redentor y líder de los oprimidos, referente de los reclamos de soberanía y el postulado del Benemérito de las Américas de: “Entre los hombres, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno, es la paz”.
La estrategia del imperio de explotar los esquistos, derrumbó la estrategia y el liderazgo político del comandante Chávez, reduciendo los precios del barril de petróleo de US$140 a menos de US$50, y ese fue el caballo de Troya del imperio para socavar al chavismo.
La inflación más alta del planeta; escasez y filas en las estaciones de combustibles; presos políticos con los que no es posible afirmar hay democracia; delincuencia más alta de América; desabastecimiento de artículos vitales, pronostican el fin del chavismo sin Chávez. Cuenten los días.

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