El chiguete de la hipocresía del PRSC

El chiguete de la hipocresía del PRSC

El capcioso documento, mediante el cual los reformistas anunciaron al país su desligue de la alianza patriótica que tiene con el PLD pero permitiendo que sus connotados miembros continúen en la nómina oficial, pone de manifiesto de cómo un partido, en capa caída y en el estertor de su extinción, todavía pretende dar un coletazo para hacerse sentir y que lo tomen en cuenta para que no se depure la famosa nómina de la Cancillería o se emprendan acciones de auditoría, pero no por la Cámara de Cuentas, en revisión del accionar del Banco Nacional de la Vivienda.

La opinión pública ni siquiera se alarmó ante ese alarde de valentía política de desligarse del partido, que le ha dado toda clase de privilegios y riquezas, y al cual se le habían unido después de su fracasada alianza rosada con el PRD para el periodo 2000-2004. A lo mejor están apostando a que los vientos comiencen a soplar en otras direcciones desfavorables a la cúpula gobernante, por la percepción de cómo el disgusto de la opinión pública afecta el apoyo y creencia que existía en favor de las directrices de gobierno del PLD

Entonces, por prudencia y buscar formar con tiempo un nicho desde el cual puedan hacerse atractivos al país, la cúpula del PRSC, enriquecida en los pasados 18 años, busca hacerle creer a la población que quieren enmendar sus pasados errores políticos y de conducta, para continuar saciando sus ambiciones, donde parece que las ventajas obtenidas en los gobiernos del PLD ya están casi agotadas al ver de cómo el Gobierno comenzó a enfrentar los líos de la Cancillería.

Con su comunicado de San José de Las Matas del 21 de junio pasado pretenden sacarle los pies al PLD y lo acusan de todos los males cometidos, como si ellos no fueran parte protagónica de esos errores que denuncian como responsables de la pobreza y desgracias de la población, pretendiendo figurar como convidados de piedra con solo derecho a recibir beneficios por su adhesión política y de no haber sido parte de todo un andamiaje que buscaba sacarle el máximo beneficio al disfrute de los recursos del Estado.

Para los reformistas, señalarle el cúmulo de errores que ellos le achacan al PLD, es para pretender lavarse las manos y ahora aparecen hasta más críticos a lo que habían llegado los perredeístas inmersos en su maquillada Convención del día 20. Sacudirse de su alianza por el mal gobierno que ellos en su comunicado le atribuyen al partido morado, es querer burlarse de la opinión pública nacional, como si fuera ignorante y de que lo aceptarían como un acto de contrición y propósito de enmienda, para ver si el pueblo les cree y se venden como opción de poder para las elecciones del 2016.

Los bonos reformistas en las provincias están muy en baja y casi nadie cree en sus actuales dirigentes, que se vendieron con tanto placer al gobierno y dejaron languidecer las estructuras partidarias. La militancia reformista se ha desencantado de su partido con pocas posibilidades de recuperación, pese a tener simpatías amplias en el seno de la población, por la herencia que dejaron los distintos gobiernos del doctor Balaguer, que siempre creyó en él y así poseía una masa votante leal que le aseguraban el colchón electoral para triunfar en las elecciones donde con tantos éxitos participó.

Los reformistas creen prudente sacudirse de su hermanamiento al PLD ya que piensan que en la población se percibe que están maleados y en baja. Es pura fachada e hipócrita esa nueva posición de independencia política ya que permiten que sus funcionarios mas conspicuos sigan disfrutando de sus grandes ventajas, y se victimizan a la espera que sea el Gobierno que le ponga fin a ese vaivén político y retiren de sus cargos a quienes, por más diez años se han nutrido generosamente de la ubre del Estado.

 

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