El chino de villa

El chino de villa

MARTHA PÉREZ
Como en las comedias, los cuentos, o las obras de teatro, aveces en la vida se dan episodios, que sólo con un seguimiento de los hechos- reales o ficticios- o con un olfato de elefante puede alguien lograr entender ciertas situaciones y los desenlaces de ciertas tramas.

Erase una vez, un jóven con marcados rasgos físicos que demuestraban su origen chino, criado en el sector de Villa Francisca, específicamente en una vivienda de la calle José Martí, al lado del destacamento policial que está frente al Parque Enriquillo, que llegó, talvez sin esperarlo, a ostentar funciones en dos gestiones de gobierno en su país.

En aquella misma barriada fue criado otro jóven que hoy ostenta las funciones de Secretario de Estado sin cartera, quien en sus años mozos mantuvo un vínculo muy esctrecho con uno de los hermanos del chino de Villa, ido a destiempo del mundo de los vivos, víctima de una terrible enfermedad que lo atacó en la flor de su juventud. Fue un jóven querido y admirado, porque como deportista tenía una labor sobresaliente, pero más que por eso, fue querido y admirado por sus inigualables condiciones humanas; ese buen amigo del Secretario y hermano del chino de Villa, fue Icelsi.

Pasado el tiempo, el chino de Villa, no sabemos en qué momento ni de qué manera, se enrola en el quehacer político dentro del Partido de la Liberación Dominicana y en la anterior gestión del gobierno del Presidente Leonel Fernández ocupó el cargo de Contralor General de República . Al fnalizar el gobierno resultó involucrado en un expediente, junto a a otros servidores públicos, por el que guardaron prisión durante algunos meses. Siempre creimos que esa prisión era injusta y que ninguno de esos funcionarios era culpable de los cargos que se les imputaban; eso no fue más que una retaliación. Admiramos que todos afrontaron con gallardía ese vulgar atropello. Esto último lo expresamos una vez entre cortertulios, y alguien dijo: «exceptuando al chino de Villa»; como es lógico, preguntamos el por qué, resultando sorprendente para nosotros lo que indicaba su respuesta, al decir que desde el momento en que fue apreado el chino hasta que salió, «fue un solo llanto». Sobre ese comportamiento, que tal pareciera de comedia u obra teatral, hay mucha historia que contar, y de esa historia podemos preguntar al ex-Fiscal del Distrito Máximo Arístides Caraballo.

De nuevo, en esta gestión de gobierno, talvez por un acto de benevolencia del Presidente de la República, al chino de Villa se le designa como Superintendente de Valores; y más que a servir a su país, mediante la prédica del Presidente Leonel Fernández, está dando muestra de que llega a esta institución con un espíritu de venganza, rencor, persecución, no sólo con gente del pasado gobierno del PRD, sino contra aquellos que él piensa no simpatizan con la «tendencia» que dentro del PLD él forma parte, llegando al extremo de cancelar de la institución que dirige a un hijo del Secretario de Estado, por el solo hecho de suponer que éste (el padre) no tiene afinidad con la corriente de su simpatía dentro del partido. Ante esa actitud, afortunadamente el Presidente de la República lo somete al orden institucional, y para justificar su acción sectaria, baja e insólita, este funcionario alega falta de asistencia a sus labores y/o tardanzas del jóven bajo su dependencia de trabajo. De haber sido así y si hubiese primado un gesto de cordialidad y de respeto, hubiera advertido al padre de ese jóven, un importante funcionario de este gobierno, sobre la acción que contra el jóven ejecutaría. Pero la intención era otra y ha quedado evidenciada, como los desenlaces de los cuentos y de las tramas de las obras de teatro. Porque además, como resultado del sometimiento al orden institucional, por parte del presidente Fernández al Superintendente de Valores, el jóven cancelado, tuvo que pasar el tiempo correspondiente a su horario de trabajo (8 A.M. a 4 P.M.) en una sala de espera, el día que es reintegrado, para ver a su jefe superior con quien debía entrevistarse, sin haber sido recibido; lo que nosotros calificamos como una humillación a este muchacho que nada tiene que ver con la trama en cuestión.

El doctor Leonel Fernández, el Partido de la Liberación Dominicana, debieran estar vigilantes sobre este tipo de personas y de comportamiento, que en el fondo no es más que un estilo dañino que demuestra un rechazo a los planes, proyectos y acciones del Presidente de la República, que en consecuencia, es un rechazo al gobierno y a las políticas aprobadas por el PLD para el presente gobierno. Si con estas acciones, este señor procura provocar y seguir provocando, entonces debiera prepararse para repetir su llanto cuando reciba las reacciones, pues ya demostró cuando estuvo en prisión, el tamaño de su valor o capacidad para resistir los golpes inesperados que da la vida.

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