El Cigala brinda una exquisita noche de flamenco y bolero

El Cigala brinda una exquisita noche de flamenco y bolero

POR JORGE RAMOS
El cantaor Diego El Cigala, quien ha logrado el éxito internacional con la fusión del flamenco y el bolero, obtuvo un resonante triunfo el pasado sábado al presentarse a casa llena en el teatro La Fiesta del hotel Jaragua.

El público tuvo que esperar dos horas para ver y escuchar al intérprete de “Lágrimas negras”, que apareció en escena justo a las 10:00 de la noche, 35 minutos después de la actuación de la contraparte, el quinteto conocido como El Patio Andaluz, quienes entretuvieron a los presentes desde las 9:00 hasta las 9:25 de la noche. 

El Cigala, cuyo nombre de pila es Ramón Jiménez Salazar, apareció en escena a las 10:00 en punto con la compañía del pianista, un bajista y un percusionista que producían un sonido impecable.

Con una botella de agua en sus manos y sentado en una banqueta, el artista del flamenco y el bolero arrancó con el bolero “Inolvidable”, ganándose los primeros aplausos y vítores del público. Siguió con “Un pedazo de mi alma”, “Se me olvidó que te olvidé” y “Dos mujeres a la vez”.

Entre sorbo y sorbo, Diego bendijo y dio las gracias al pueblo dominicano por el recibimiento y el apoyo, para continuar con la interpretación de su éxito emblemático titulado “Lágrimas negras”, principal soporte del éxito logrado con el álbum homónimo  grabado en el 2003 con el acompañamiento en el piano del maestro Bebo Valdez, hijo de la gloria de la música cubana Chucho Valdez.

El tema inició como bolero y finalizó como son montuno, una muestra de la atractiva fusión del bolero con el flamenco. Le siguieron canciones como “Vete de mí”, acompañado sólo de piano y el conocido bolero “Dos gardenias”, otro de los más aplaudidos por el auditorio.

 De la desaparecida compositora mexicana Consuelo Velázquez, Diego cantó la primera canción que grabó, “Amar y vivir”, para seguir con “Si te contaran” y “Niebla del riachuelo”, ante las aclamaciones y aplausos de sus admiradores que llenaron la sala.

El triste final llegó después que  el artista del flamenco y el bolero romántico entonó los temas “Bien paga´o” y “Compasión”, dejando tras de sí a un público complacido que disfrutó todas y cada una de sus interpretaciones.

Cositas y cosotas

Muchos del público, dominado por personas mayores de 50 años, manifestaban con las palmas de sus manos el disgusto por el retraso de la función.

El Cigala se pasó todo el concierto tomando tragos, pues tenía un vaso con alcohol ligado con cola y a su lado una botella de agua. “Cuestión de inspiración”, decían los bohemios en el Jaragua.

En contadas ocasiones el artista se levantó de la banqueta donde prácticamente se mantuvo sentado los 90 minutos que duró el concierto, al lado de sus bebidas.

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