Siempre hemos tenido la experiencia los acroartianos de que la calificación de un trabajo o la premiación de este tiene ganadores en partidas múltiples que no son siempre satisfechos y que luego se convierten en derrotados.

Eso nos ha pasado con la premiación de la canción del año y la producción del año en que cuando un intérprete ve que su interpretación ha sido seleccionada se encuentra con que el pergamino, la medalla y finalmente la estatuilla le pertenece al creador.

Para limar esa dicotomía que tanto amarga, porque ambos sienten que el premio es suyo y a la vez es de otro, Acroarte ha implementado en estas y otras categorías la entrega de dos estatuillas con la imagen de la soberana.

Traemos esto a cuento pensando en que el próximo 2 de febrero pueden haber nuevas indecisiones o confusiones en el recién creado apartado de cine. ¿Quién subirá a buscar la medalla o la presea definitiva?

Serán los productores o serán los directores… Como el renglón habla de producción de cine, nos preguntamos si los que no están en el caso de Angel Muñiz que es productor y director se conformarán con que el productor recoja los frutos y si el que puso la logística y la operación le hará coro a Federico Bermúdez en aquello de que la gloria sea solo para vuestro capitán.