El clientelismo de los partidos inhibe desarrollo del Estado RD

El clientelismo de los partidos inhibe desarrollo del Estado RD

Los principales partidos políticos dominicanos son ideológicamente flexibles y por lo tanto, abandonan sus principios partidarios por razones de pragmatismo electoral, no son irracionales en lo absoluto y, por ende, defienden las bases de un sistema político que sirve debidamente a sus intereses electorales.

La República Dominicana está atrapada en un círculo vicioso pero demasiado generalizado. Por un lado, la escasez de partidos políticos de tipo programático inhibe las probabilidades de desarrollo del Estado y, por otro,  la permeabilidad de la administración pública impide  el nacimiento y desarrollo de partidos programáticos.

Esos planteamientos están contenidos en la publicación “La ruta hacia el crecimiento sostenible en la República Dominicana. Fiscalidad, Competitividad, Institucionalidad y Electricidad”, realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Se editó en  septiembre de 2009 y se imprimió en  Santo Domingo en agosto de 2010.

En el trabajo también se plantea que la política de clientelismo no sólo es hostíl a la naturaleza propia de la democracia y a la buena gestión  gubernamental, sino que además es responsable de la presunta preponderancia del fraude y la corrupción en la sociedad dominicana.

Después de todo, el sistema induce a los políticos a intercambiar cargos, contratos o recursos públicos en general a cambio de apoyo político, tanto durante como después de las elecciones.

El capítulo 16 de la publicación trata sobre el proceso de formulación de políticas públicas. En el diagnóstico el BID aclara que la idea no es censurar a los políticos dominicanos sino más bien explicar su comportamiento.

Se plantea que  el país  sigue atrapado en un círculo vicioso de políticas, caracterizado por la inestabilidad, la ineficiencia y por conductas que sólo toman en cuenta intereses particulares. Se pregunta  por qué la gran cantidad de reformas emprendidas en los  últimos 20 años  no ha podido romper ese círculo. Se explica en tal sentido  que es poco lo que ha podido hacer la reforma para alterar la estructura de incentivos que sostienen el proceso de formulación de políticas públicas.  “Los políticos no están menos interesados en aumentar su base de apoyo y dividir a la oposición en la actualidad que durante la época de  Balaguer”. 

Se argumenta  que,  de hecho, podría afirmarse que el sistema de elecciones con segunda vuelta intensifica las presiones a favor de la participación en los juegos del clientelismo, con la idea de ganar la primera vuelta con una mayoría absoluta, y así escapar al riesgo de una derrota en la segunda vuelta; y la introducción de elecciones a mitad de período constitucional significa que los ciclos electorales -y con ellos, el círculo vicioso del clientelismo son casi constantes.

La clave

Cita al PLD, PRD y PRSC

La publicación cita en el análisis como   clientelistas  a los partidos  de la Liberación Dominicana (PLD), Revolucionario Dominicano (PRD) y Reformista Social Cristiano. Señala  que los partidos  que desean seguir estrategias tradicionales de clientelismo pueden manipular, explotar, ignorar o hacer anular reformas según su conveniencia, y con toda probabilidad les resultará muy fácil ganar (o comprar) el apoyo necesario para sus intentos en los órganos gubernamentales que corresponda. Las leyes son endógenas a los intereses y capacidades de los actores involucrados y, por    tanto, constituyen una base débil para todo cambio fundamental.

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