El coco amplía sus conquistas y su precio se dispara a más del doble

El coco amplía sus conquistas y su precio se dispara a más del doble

A día de hoy, es complicado entrar en un supermercado y no ver algún producto que lleve coco. Agua de coco en la gama de bebidas Naked de Pepsi, leche de coco en los cafés de Starbucks, champú con coco en los productos de L’Oréal y hasta medallones en las hamburguesas vegetarianas de Beyond Meat. Esta fruta tropical ha captado nuevos mercados gracias a la mejora de su reputación como producto saludable. Poco a poco, el coco va sustituyendo al aceite de palma, que durante años ha estado presente en decenas de productos.
La popularidad ha sido una bendición para los precios, el precio del aceite de coco ha aumentado más del doble desde los mínimos de 2013. Sin embargo, no se ha trasladado a una mayor producción porque las enfermedades, los desastres naturales y las plantaciones envejecidas han mantenido la producción mundial estancada en los últimos diez años.
El Caribe se está quedando sin cocos en el peor momento posible para la región. Esto está a punto de cambiar gracias a un programa de resiembras y rehabilitación en los trópicos. La producción de copra, la pulpa seca del coco que se utiliza para fabricar el aceite de coco, crecerá más de un 30% hasta 2026, con un repunte de los rendimientos en los mayores productores, según un informe fechado el 10 de julio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
«El mercado internacional no sólo está comprando el aceite, que purifica como aceite de cocina», explica en una entrevista Danilo D. Valdez, director ejecutivo de la empresa mercantil Raco Commodities Phils.

«Se han descubierto usos para el aceite de coco virgen, el agua de coco, y esos tipos de productos derivados del coco que son muy buenos para las personas, que se han posicionado para un estilo de vida orgánico y saludable», expresó.

El coco es un alimento muy energético, un aceite versátil, un agua rica en nutrientes, y fibra de coco, que se utiliza para fabricar soga y algunos tipos de ropa. Y todo esto está contenido en una unidad hermética (la propia cáscara del coco) que ha contribuido a difundirlo en todas las regiones tropicales del mundo, desde Filipinas hasta el Caribe.

Esta versatilidad le ha valido el nombre de la ‘Navaja Suiza’ de las plantas y lo ha convertido en un producto básico en numerosos países. En Filipinas, el mayor productor de copra, sigue siendo tan importante que la FAO estima que la cuarta parte de sus 100 millones de habitantes depende de industrias asociadas a él.

«Hay una gran demanda de países extranjeros como Corea del Sur y Canadá», asegura Carlito D Villamayor, productor de coco en la provincia filipina de Quezon, cuyas palmeras ahora producen azúcar de coco en vez de copra porque los precios son más altos. «Ahora China nos está comprando, de modo que debemos aumentar la producción».

Las inversiones elevarán la producción de copra en 1,1 millones de toneladas métricas para 2026, según el informe de OCDE y FAO. Los rendimientos de las plantaciones en el sudeste asiático subirán un 15% en ese período gracias a la resiembra de palmeras viejas y la habilitación de las áreas de cultivo, sobre todo en zonas afectadas por tormentas en Filipinas e Indonesia (que entre ambos aportan casi tres cuartas partes de la producción mundial de copra).

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