Hay exposiciones que transcurren discretamente, pero las obras tienen una calidad especial y ciertamente figuran entre las mejores de la temporada… Es el caso de la muestra de fotografías “Al acecho” en Casa Quien: presentan la visión del Colectivo Gama, integrado por Tulio Marti y Mariajosé García, particularmente dinámica y definida en sus propuestas e ideas.

El objetivo conceptual de la muestra consiste, dentro del rescate de la Memoria -histórica y social, cultural y estética-, en retratar los interiores de cuatro edificios, a la vez diferentes e identificadores del Santo Domingo colonial, el cual no se limita a los monumentos y casas pluriseculares… Son la residencia Elmúdesi, la residencia Trujillo, el edificio Díez y Casa Olalla. El resultado ha sido estupendo.

Una observación previa se impone. Cuando las fotografías se (re)producen en gran formato para ser colgadas, la imagen confronta una relación directa con el espectador, que la mira, de pie, sintiéndose protagonista de la toma y el tema. Esto, aquí, lo sentimos como parte de la investigación y de sus propósitos interactivos, estamos ante unas obras tan plásticas y conscientemente trabajadas como unas pinturas.

La exposición. En estos bellísimos cuadros, no solamente podemos disfrutar un increíble dominio de la luz y el color -aun en los grises del blanco y negro-, de los matices, los reflejos y la penumbra, sino también apreciar las “interioridades” de una arquitectura dominicana, residencial y señorial, por una vida holgada y familiar.

Las fotografías de Mariajosé García y Tulio Marti tienen alma, e ignoramos cómo ellos compartieron el proceso; tampoco indagamos la autoría de cada obra, y no lo percibimos importante… Su intensidad alcanza una resonancia emocional, nos estremecen aquellos retratos nostálgicos de piezas vacías, de habitaciones desatendidas y naturalmente degradadas. El polvo y el tiempo se hacen evidentes, testimonios de una arquitectura devastada por los avatares del clima y el abandono.

Ahora bien, espacios desolados, de paredes sucias, de pisos maculados gracias a la magia del arte y una fotografía comprometida resucitan… Esta iconografía los vuelve más hermosos, serenos, conmovedores que antaño; también su nobleza perdura, y curiosamente, la huella de la gente desaparecida está presente. ¡En arte y literatura el infortunio propicia obras maestras de lectura abierta!

Las obras invitan, pues, a contar la historia del tiempo perdido, y habría que estudiarlas una por una, dedicando un comentario singular a su poesía visual particular, donde fluye tanta melancolía, metamorfoseada en delicada y sutil belleza. En fin, las fotografías del Colectivo Gama alcanzan una máxima estética y expresión, aunque no se renuncie a la esperanza de una gestión restauradora, y sobre todo, para la Memoria de la Ciudad, a la preservación de esta parte de su arquitectura patrimonial.

ZOOM

Presentación por el Colectivo Gama

“Estas cuatro estructuras destacaron en otro tiempo por su calidad arquitectónica, los personajes que habitaron en ellas o los arquitectos que las concibieron; hoy en estado de abandono están al acecho de nuestro paso. Al mismo tiempo que nos trasladan al pasado y nos confrontan dramáticamente con una actualidad diferente a la imaginada, nos invitan a construir una realidad que no puede despojarse de la memoria”.