El cólera obliga a un mayor control sobre cruces fronterizos

El cólera obliga a un mayor control sobre cruces fronterizos

Impedir con efectiva minuciosidad el ingreso irregular desde Haití de inmigrantes y mercancías de las peores implicaciones legales no ocurre con la frecuencia que pudiera enorgullecer a las autoridades dominicanas. Con el resurgir en la comunidad vecina de una enfermedad altamente contagiosa y de peligros para la vida, se acrecienta para el país un riesgo sanitario a partir de la usual permeabilidad alentada por la demanda local de trabajadores haitianos que continuamente se colocan en manos de traficantes que disponen de complicidades que restan eficacia al control limítrofe.

El virus del cólera, que años atrás manifestó una presencia moderada en el territorio nacional tras llegar desde el oeste, ha dado su primer paso de este tiempo en una inmigrante que llegó hasta la provincia turística de La Altagracia, donde se encuentra bajo asistencia epidemiológica.

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Es alta la posibilidad de nuevos arribos de portadores de un mal que se extiende con rapidez en Haití y ha causado allí más de 36 muertes; una transmisión que debería impedirse con el rigor de detecciones en la franja divisoria y una activa vigilancia a nivel nacional en busca de síntomas en personas que procedan de focos infecciosos locales y externos.

Está planteada la urgencia de superar con esfuerzos mayores la habitual vulnerabilidad fronteriza a fin de proteger la salud colectiva y preservar la imagen de importantes polos turísticos nacionales que jamás deben ser vistos como expuestos a enfermedades incontrolables.

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