Uno de cada dos adultos en el mundo tiene el colesterol alto y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), muchos ni siquiera lo saben.
Y usted, ¿sabe qué es, para qué sirve y por qué es importante mantenerlo a raya?
El colesterol es una grasa necesaria para el organismo. Se produce en el hígado o en el intestino durante la digestión, se encuentra en cada una de nuestras células y entre sus funciones está la formación de hormonas fundamentales para al cuerpo. Entonces
¿por qué hay que cuidar sus niveles?
Nutricionistas del Instituto Flora de Madrid explican que el problema llega cuando se tiene demasiado colesterol en la sangre, pues se deposita en las arterias y se convierte en un factor de riesgo para desarrollar enfermedades relacionadas con el corazón. A este problema se le conoce como hipercolesterolemia.
Consumir en exceso grasas saturadas favorece el aumento. Éstas se encuentran en productos de origen animal como las carnes rojas, lácteos no desnatados o la mantequilla.
Síntomas que advierten de colesterol alto. A partir de los 20 años, todas las personas deben empezar a realizarse chequeos médicos que incluyan un análisis de sangre para determinar si los niveles de colesterol están bien. Algunas señales de colesterol alto que destaca la OMS son las siguientes:
1. Cierta sensación de pesadez y dolor en la zona hepática y vesicular.
2. Boca pastosa y seca, acompañada de una incómoda halitosis.
3. Pesadez en el estómago y dificultades para llevar a cabo los procesos digestivos, en especial tras ingerir alimentos grasos.
4. Eructos, gases e indigestión después de comer.
5. Dificultades en el ritmo intestinal con tendencia al estreñimiento.
6. Ganas de dormir después de las comidas principales.
7. Nuevas intolerancias alimentarias.
8. Urticaria o prurito en la piel.
9. Dolor de cabeza o migraña.
10. Pérdida del equilibrio y mareos.
11. Inflamación y sensación de entumecimiento de las extremidades.
12. Dificultades en la visión.
13. Agitación al moverse o hacer actividades físicas.
Esta sintomatología suele confundirse con trastornos de salud más comunes que pueden desaparecer de forma espontánea.