El Coliseo de Roma renueva sus estructuras  internas y externas  

El Coliseo de Roma renueva sus estructuras  internas y externas  

EFE. Reportajes. Cinco millones de turistas visitan cada año las instalaciones del Coliseo de la capital italiana, un emblemático monumento  que lleva en pie más de dos mil años y que, a partir del mes de septiembre se someterá a unas obras de remodelación.

Desde 1999, cada vez que cualquier país del mundo suspende una ejecución o deroga la pena capital, todos los arcos del anfiteatro se iluminan y se mantienen encendidos durante la noche, una iniciativa que promovieron por entonces las autoridades italianas, el Vaticano y diversas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) del país.

Poco queda ya de los combates navales, las luchas entre gladiadores y las ejecuciones públicas que cada día se celebraban en el Coliseo bajo la atenta mirada de un pueblo sediento de diversión, durante sus primeros quinientos años de historia.

El Coloso   que  dio nombre  al Coliseo. Tampoco permanece en la zona el Coloso de Nerón, una estatua de 30 o 35 metros de altura, fabricada en bronce y dedicada al emperador romano, que fue la encargada de dar el sobrenombre de Coliseo al Anfiteatro Flavio, su verdadero nombre de pila, en honor a la dinastía de emperadores que ordenaron su creación en el año 70 d.C.

Los encargados de unir la antigüedad con los tiempos modernos del siglo XXI son unos hombres disfrazados de soldados romanos de la época que, ataviados con túnicas rojas y blancas, cascos, espadas y escudos, posan cada día en las fotos de los turistas, a cambio de un euro.

A su alrededor, no faltan tampoco los pintores callejeros, los vendedores ambulantes y los puestos de recuerdos, en los que cualquiera puede comprar imanes para la nevera, llaveros, esculturas y camisetas con la imagen del Coliseo, uno de los monumentos mejor conservados y más valorados en todo el mundo.

De hecho, el 7 de julio de 2007 fue elegido por los internautas como una de las “Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno”, sólo por detrás del templo mexicano de Chichén Itzá, en el marco de un concurso organizado por la empresa privada New Open World Corporation.

Aunque la mayoría de los expertos coinciden en que es uno de los monumentos mejor conservados de la Roma Clásica, los derrumbamientos acontecidos en su interior y en otros lugares de la Ciudad Eterna han propiciado la restauración de algunas de sus zonas.

Los trabajos de renovación, que han suscitado ciertas polémicas en Italia porque corren a cargo de la empresa italiana de calzado Tod’s, comenzarán el próximo mes de septiembre y tendrán un coste aproximado de 25 millones de euros (unos 36 millones de dólares).

Las obras para su restauración.  Tras las obras, que se estima que duren entre 24 y 36 meses, la superficie visitable del Coliseo se ampliará en un 25 por ciento.

Además, las puertas del anfiteatro romano no se cerrarán durante los meses de las obras, por lo que podrá ser visitado con total normalidad.

Está previsto que se inicie con la restauración de las fachadas norte y sur del Coliseo, las galerías y el hipogeo (galerías subterráneas).

Se mejorará asimismo el sistema de iluminación de todo el recinto y se revisará la seguridad de las instalaciones, sustituyendo las cancelas actuales por un nuevo modelo más moderno y seguro.

También se creará un centro de servicios en el exterior del Coliseo de aproximadamente 1.600 metros cuadrados, que albergará las taquillas, una librería, una cafetería y varios baños, servicios que actualmente se encuentran dentro del propio monumento.

Los trabajos de restauración pretenden que este monumento, desde 1980 declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, pueda seguir siendo un icono de la Ciudad Eterna y demostrar que ya no es ese lugar que presenció la muerte de tantas personas como resultado de los espectáculos de combate que se  promovía durante la Roma clásica.

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